Perú y Ecuador acuden este domingo a las urnas para decidir su futuro presidente.
Los peruanos lo hacen sin un favorito claro en las papeletas y con seis candidatos con opciones de pasar a la segunda vuelta, prevista para junio.
Ningún aspirante ha logrado, además, atraer a los miles de jóvenes que en noviembre llenaron las calles tras la destitución de Martín Vizcarra.
En el país vecino se vota en cambio al sucesor de Lenín Moreno en una disputa entre dos modelos opuestos de país.
Andrés Arauz, aspirante impulsado por el exmandatario Rafael Correa, ganó la primera vuelta en febrero, pero sin el margen suficiente para evitar un desempate y hoy se enfrenta al conservador Guillermo Lasso.
Perú vota en el peor momento de la pandemia
El miedo al contagio ha complicado las primeras horas de votación en Perú. Tres horas después de la apertura de los colegios, más del 20% de las mesas electorales aún seguían cerradas.
Muchas personas a las que les había tocado ser miembro en ellas han optado por pagar una multa (220 soles, unos 50 euros) antes que exponerse durante todo el día.
A lo largo de la mañana, las mesas se han ido rellenando con voluntarios que acudían a las colas para votar y han acabado sentados con mascarilla y pantalla facial para una jornada que se espera que se prolongue unas 12 horas.
La Oficina Nacional de Proceso Electorales de Perú (ONPE) ha informado de que a las 11.52 horas de la mañana se habían constituido ya el 98.06%.
Culmina jornada en Ecuador
Los ecuatorianos han concluido a las cinco de la tarde la jornada electoral. Tras 10 horas, los colegios cerraron sus puertas y los presidentes de mesa se aprestan a contar los votos.
Las autoridades electorales estiman que hacia las diez de la noche habrá resultados irreversibles. Los sondeos previos dan un empate técnico entre el correísta Andrés Arauz y el conservador Guillermo Lasso. Un resultado parejo puede demorar la difusión de los resultados.
Ha sido una jornada muy tranquila, sin demoras en las escuelas y muy cuidada en los protocolos contra la propagación de la covid-19. La velocidad del voto, unos cuatro minutos por persona, aceleraron los tiempos respecto de la primera vuelta, cuando se vieron grandes aglomeraciones en los colegios electorales.
La preocupación de los ecuatorianos consultados en los colegios electorales fue recurrente: mejorar la economía y promover el empleo.
Juan Carlos Basantes, operario en una empresa de alimentos, dice que “los dos candidatos ofrecen muy poco y estamos económicamente muy mal”. “La campaña fue una pelea entre ellos y nunca dijeron que piensan hacer con este país. Tenían que hablar de nosotros y hablaron de sus empresas”, dijo. Ese fue el espíritu general de los votantes tras un recorrido por los centros de votación en Quito.
Fuente: El País
