A cualquier gato le encanta subirse al regazo de sus dueños mientras están sentados, pero el caso de esta gata es diferente, porque llega a cruzar una línea.
La gata en cuestión se llama Ziggy y era una gata callejera hasta que sus dueños, Rebeca y Alex, la adoptaron. Ziggy se mostró tímida al principio, pero en poco tiempo comenzó a tomar confianza y a subirse en los regazos de sus dueños frecuentemente.
Esto no supondría un problema en la mayoría de los casos, pero Ziggy llegó a convertirlo en algo casi obsesivo, convirtiéndose en una gata súper-pegajosa.
La gata, como muchos otros felinos, intentaba subirse a la cama, al escritorio e incluso a ponerse sobre el ordenador portátil con la idea de captar la atención y esto, obviamente, dificultaba el trabajo.
La pareja entonces optó por intentar solucionarlo de varias maneras, comprando camas y artículos especiales para gatos. Sin embargo, Ziggy seguía prefiriendo sus cálidos regazos.
Entonces es cuando Alex pensó en una idea genial: crear un falso humano para que Ziggy se siente. Alex tomó unos pantalones y los rellenó para que parecieran piernas normales. Luego añadió unos zapatos y una almohada. El truco final fue añadir una almohada térmica que introdujo dentro de los pantalones.
Así la gata continúa subiéndose a sus “regazos” sin saber que no son reales.