Ante el bullicio y el movimiento los seres humanos seguimos día a día buscando la trascendencia.
Buscamos encontrar paz en la vida, buscamos vivir a plenitud, buscamos ser felices; sin darnos cuenta que no solo es buscar, sino también desear serlo.
Aquí es importante mencionar un elemento que impulsa al deseo y tiene que ver con el tan mencionado sacrificio o sacro-oficio, porque hacemos lo que hacemos, o para que hacemos lo que hacemos, o que tan dispuestos estamos a pagar el precio para lograr lo que queremos.
También cabe señalar que muchas personas andan en búsqueda de la felicidad queriéndola encontrar en manos de otras personas, o en objetos materiales, o en situaciones como el si tienes trabajo, logros profesionales, entre otros.
Esto nos limita, porque la felicidad no esta en el exterior, no esta alrededor, no esta en lo que tenemos, sino en lo que portamos como personas, en lo que somos y como asimilamos lo que vivimos.
Esto me recuerda una reflexión que probablemente ya han escuchado: comentan que en una reunión se encontraba una persona muy exitosa acompañado de su esposa, a la cual le preguntaron que si la hacia feliz su marido, el hombre al escuchar la pregunta puso atención a la respuesta de su mujer, que sin duda esperaba fuera afirmativa.
Cual fue su sorpresa, que ella sin titubear contesto que no, que su marido no la hacia feliz, que ella era feliz y compartía con él esa felicidad.
Cabe señalar que la felicidad es un termino subjetivo y que las personas somos felices por motivos diferentes, somos felices por diferentes razones, incluso aún en las mismas circunstancias unas son felices y otras no.
Así que hoy puede ser un buen momento para detenernos, observarnos, observar alrededor, equilibrarnos. Utilizar nuestros sentidos, sentir nuestro cuerpo y canalizar nuestros pensamientos desde y hacia lo positivo, ahora.
Vivamos el Hoy
Eloísa Flores García