La disminución de la biodiversidad causada por el ser humano comenzó hace millones de años, y no fue iniciada por nuestra propia especie sino por algunos de nuestros antepasados.
Un nuevo estudio de un equipo internacional de científicos de Suecia, Suiza y el Reino Unido concluye además que la actual crisis de diversidad biológica no es un fenómeno nuevo, sino que representa una aceleración de un proceso que los ancestros humanos comenzaron hace millones de años.
“Las extinciones que vemos en los fósiles a menudo se explican como los resultados de los cambios climáticos, pero los cambios en África en los últimos millones de años fueron relativamente menores y nuestros análisis muestran que los cambios climáticos no fueron la causa principal de las extinciones observadas”, explica Soren Faurby, investigador de la Universidad de Gotemburgo y autor principal del estudio, publicado en Ecology Letters.
“Nuestros análisis muestran que la mejor explicación para la extinción de los grandes carnívoros en África Oriental es que son causados por la competencia directa por la comida con nuestros ancestros extintos”, agrega Daniele Silvestro, bióloga computacional y coautora del estudio.
Nuestros antepasados han sido comunes en todo el este de África durante varios millones de años y durante este tiempo hubo múltiples extinciones, según Lars Werdelin, coautor y experto en fósiles africanos.
Al investigar los fósiles africanos, podemos ver una reducción drástica en el número de carnívoros grandes, una disminución que comenzó hace unos 4 millones de años. Casi al mismo tiempo, nuestros antepasados pueden haber comenzado a usar una nueva tecnología para obtener alimentos llamada cleptoparasitismo, explica.
Cleptoparasitismo significa robar animales recientemente matados de otros depredadores. Por ejemplo, cuando un león roba un antílope muerto de un guepardo.
Los investigadores ahora proponen, basándose en evidencia fósil, que los ancestros humanos robaron animales recientemente capturados por otros depredadores. Esto conduciría al hambre de los animales individuales y, con el tiempo, a la extinción de toda su especie.
“Esta puede ser la razón por la cual la mayoría de los carnívoros grandes en África han desarrollado estrategias para defender a sus presas. Por ejemplo, al recoger la presa en un árbol que vemos que hacen los leopardos. Otros carnívoros han desarrollado un comportamiento social como vemos en los leones, quienes, entre otras cosas, trabajan juntos para defender a sus presas “, explica Soren Faurby.
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