Alfredo Fuentes | El Sol de México
La automotriz BMW anunció la ampliación de su planta en San Luis Potosí para la producción de autos eléctricos y baterías de litio en México, proyecto para los que se invertirán 800 millones de euros.
Durante el anuncio oficial de la inversión, la cual adelantó el presidente Andrés Manuel López Obrador a inicios de enero, la empresa alemana explicó que esta inversión comenzará a ejercerse a partir de 2023 con la ampliación de su planta en el estado.
Con esta expansión, BMW busca que sea a partir de 2027 cuando se inicie la producción de su línea de autos eléctricos Neue Klasse, así como la elaboración de baterías de litio, para la que se destinarán 500 de los 800 millones de euros comprometidos.
“Con esta nueva inversión, nuestra Planta en San Luis Potosí tendrá un papel central en la transición de BMW Group hacia la movilidad eléctrica. La compañía refuerza su compromiso con México y su participación en nuestra red de producción” señaló Harald Gottsche, Presidente y CEO de la empresa en San Luis Potosí.
Por subparte, Milan Nedeljkovic, miembro del Consejo de Administración de BMW, detalló que la inversión de la compañía generará un total de mil nuevos empleos que se suman a los 500 que se contratarán a partir de abril próximo para el segundo turno.
Este empuje, añadió, se une a las inversiones hechas en Hungría, Estados Unidos y la propia Alemania, para lograr que la producción sea 50 por ciento de vehículos eléctricos a partir de 2030.
“Estamos reconfigurando sistemáticamente nuestra red de producción para transitar hacia la movilidad eléctrica (…) y antes de 2030 la mitad de las entregas globales serán eléctricas”, aseguró.
Para cumplir con la meta, la empresa contará con el apoyo de varios de sus más de 250 proveedores a nivel mundial, aunque no se detalló la cifra, pues aún se encuentran en etapa de preparación para iniciar con la ampliación de la planta.
En cuanto al litio, los directivos de la automotriz señalaron que éste no será extraído de México sino será exportado desde Australia y Argentina, país con el que tienen un acuerdo de 300 millones de dólares para ello.