Ciudad de México.- Aunque a veces es necesario transitar en nuestro automóvil con poca gasolina o con la luz de la reserva encendida, realizar esta práctica puede traerle problemas al vehículo.
Y es que cuando se prende la luz de la reserva, misma que te avisa que debes cargar gasolina cuanto antes, el depósito suele estar al 10 o 15 por ciento de su capacidad.
Si bien es suficiente para llegar a la gasolinera, no es lo ideal esperar a que se prenda la señal y es conveniente cargar el combustible antes de que te quedes ‘tirado’ a media calle.
Esto se debe al funcionamiento de la bomba de combustible, encargado de llevarlo desde el depósito a través de un conducto, hasta el sistema de inyección que alimenta el motor.
La bomba requiere de un flujo constante de carburante para no dañarse, porque si el nivel del depósito está muy bajo, comienza a aspirar aire. Esto obliga a la bomba a realizar un sobreesfuerzo que acelerará su desgaste y, a la larga, adelantará la necesidad de sustituirla, lo cual es una reparación bastante costosa.
Además, la misma bomba dispone de un filtro que retiene las impurezas, y estas con el tiempo se sedimentan en el fondo. Cuando el nivel de combustible está muy bajo, su concentración aumenta y pueden llegar a obstruir el elemento filtrante, causando otra avería que no es fácil de solucionar.
La situación en los coches que utilizan diésel es peor, debido a la densidad del combustible. Estos motores también son más sensibles al agua que se forma, por la condensación en el interior del depósito.
Se recomienda no dejar que el nivel de carburante baje del 20 por ciento de la capacidad del depósito, para garantizar que la bomba esté en buenas condiciones y que no tenga un exceso de impurezas.