Estamos en la era de la información; hoy más que nunca nos encontramos con amplias posibilidades de conocer y estudiar del tema que sea, cuando sea, desde donde sea. Hay escuelas en líneas, hay trabajos remotos, hay venta, compra e intercambio de bienes y servicios por doquier, esquemas de financiamiento y crédito a mayor o menor escala.
Entonces, si estas opciones y alternativas están disponibles para casi todos. ¿Por qué la brecha entre ricos y pobres sigue aumentando?
Este es el porqué.
Pero antes, un poco de contexto y antecedentes…
Para entender esta perspectiva, tenemos que comprender qué hay un sin fin de variables y enfoques. Pero tomaremos uno que anda de moda: el económico.
Para ello, regresemos al 2020. Después de que la pandemia sacudiera a los negocios y consumidores, vimos políticas públicas monetarias expansivas, es decir, impresión de dinero. Si bien muchos ven esto como algo negativo, ya que podría afectar al mercado y los precios en la bolsa de valores, en realidad es algo “bueno” o habitual ya que es la forma en que se supone que funciona el sistema financiero.
Por ejemplo, allá por los años 20, la mayor parte del mundo usaba un sistema monetario respaldado por materias primas. En México con el peso, mientras que para Estados Unidos, el dólar, y ambos eran respaldados por el oro. Lo que esto significó, que cuando la economía recibía un golpe, no se podía simplemente crear más oro, haciendo a más pérdidas permanentes y la recuperación era significativamente más difícil.
Poco después, los gobiernos decidieron cambiar a los sistemas actuales que tenemos ahora. Entonces, cuando golpean crisis como las pandemias, se puede imprimir más dinero para mantener la economía activa.
Cuando el banco de México o las reservas federal de cada país aumentan la oferta monetaria (impresión de más billetes), esto tiene el efecto de la inflación. Con más dinero en el sistema, el peso (o las monedas) se debilita. Esto es lo que nos llevó a que la inflación de 2021 fuera un 7.36% (las más alta en 21 años). Pero los causantes de esto, saben y esperan que esto suceda, lo que da pie a la siguiente fase de la economía. Aumentos de precios.
El Banco de México (Banxico) elevó por quinta vez consecutiva su tasa de interés referencial para llevarla a un 5.50%, en una decisión dividida y por encima de las expectativas del mercado y en medio de una alta inflación para el cierre del 2021.
Ahora bien, con nuestro vecino del norte, ellos contemplan un escenario donde estiman elevar la tasa de fondos federales a 2.34% para el año 2024. La tasa de fondos federales es la tasa a la que los bancos se prestan entre sí. A partir del 28 de diciembre de 2021, la tasa de los fondos federales es del 0,25%. Esto significa que si el banco A necesita $100 para cubrir un sobregiro, puede pedirlo prestado al banco B y devolver $100,25.
Establecerlo tan bajo significaba que el dinero podía fluir a través de la economía a bajo precio y los bancos podían obtener mayores márgenes de beneficio tomando prestado de otros bancos y prestándolo a tasas marginalmente más altas.
Esto, a su vez, condujo al crecimiento que vimos, ya que las empresas y los consumidores podían tomar estos nuevos préstamos.
Elevar la tasa del 0,25% al 2,34% significa que a los bancos les costará más prestar, por lo que aumentarán sus tasas de interés para dar cuenta de ello. Esto significa que las empresas que se estaban expandiendo rápidamente a través de préstamos bancarios ahora tienen que reducir el crecimiento porque los costos serán más altos. Comenzará con las corporaciones, luego se filtrará a las pequeñas empresas y finalmente a los consumidores finales.
Los analistas señalaron que las nuevas perspectivas planteadas por la EEUU podrían impactar en la economía mexicana ya que para el siguiente año se plantea un escenario en el que las tasas de interés de mercado aumenten y se vea cierta debilidad en el peso mexicano. El aumento de las tasas pudiera impactar de manera negativa al desempeño de la economía mexicana por menor disposición al consumo y a la inversión.
El mercado es una máquina impulsada en gran medida por la economía, por lo que esta desaceleración en el gasto hará un efecto dominó, empezando por que las acciones se valoren menos, ya que sus ganancias serán más bajas que en años anteriores. Infortunadamente, muchas de estas acciones son impulsoras de índices como el S&P 500, por lo que trascenderán e impactarán a otros índices y ETF (exchange trade funds) para una contracción en general.
Repercusiones incluso a criptodivisas.
Hacia fines de 2021, muchos comerciantes notaron que la correlación entre acciones y bitcoin había aumentado. En los días en que los principales índices aumentan significativamente, también lo hacen las criptomonedas como ethereum o bitcoin. Esto probablemente significa que las instituciones tienen criptoactivos con sus carteras de acciones. Cuando el mercado comienza a fijar el precio en este crecimiento lento de la economía, el criptomercado, que ya no tiene liquidez, se saturará con vendedores grandes y pequeños. A medida que los pequeños inversionistas comienzan a ver pérdidas tanto en acciones como en criptomonedas, la mayoría no tiene el temperamento para soportar la volatilidad y esto creará una liquidación (venta masiva) en las monedas alternativas de menor capitalización de mercado.
En resumen
Si los mercados son buenos en algo, es en ubicar a la gente. Esto es solo un enfoque de cómo la información oportuna sobre dónde estamos en relación al ciclo macroeconómico pudiera venir a ayudarnos en anticipar y preparar nuestra toma de decisión. De ninguna manera es un análisis objetivo, ya que no hay nada seguro, bueno solo muerte y los impuestos…. y algunos ya creen que alcanzaremos la amortalidad para el 2050.
¿Qué nos deja esta breve reflexión, acompañada de datos y tendencias?
Si somos de los que invierten, o ahorran no importa. Todos gastamos y vivimos a través del intercambio del dinero y el valor, y hoy los rendimientos esperados del mercado son inciertos. Incluso las sensaciones como las criptomonedas ya han comenzado a mostrar evidencias al haber bajado – 25% desde sus máximos.
David Martínez
RMR Consultores
david@rmr.mx