Cuando pensamos en el celo siempre lo asociamos a las hembras. Tenemos la tendencia a interpretar que este se produce a través de sangrados y ciclos de fertilidad.
Es muy importante conocer sus síntomas para no acabar teniendo camadas indeseadas. La ignorancia y la falta de responsabilidad juegan un papel vital en el abandono de perros.
Los refugios están llenos de animales que han llegado a este mundo sin ningún control, y ahí esperan que alguna familia les adopte.
A qué edad es el primer celo en perros
El primer celo en machos al igual que ocurre con las hembras, no tiene una fecha exacta. Puede variar de forma significativa según la raza, el tamaño, el organismo y el metabolismo de cada animal.
Los perros machos de manera general alcanzan la madurez sexual entre los 6 y 9 meses de edad, pero si quieres ser más preciso en este punto, es fundamental prestar atención a los cambios en su comportamiento que reflejarán su inequívoco despertar sexual.
Como ya sabrás el olfato de los perros está muy desarrollado. De hecho, pueden percibir gracias a sus receptores olfativos las feromonas que las hembras eliminan a través de su orina cuando ellas están en celo.
Si tu perro ha llegado a la madurez sexual y es fértil, su conducta se verá alterada cada vez que identifique a hembras del entorno.
Principales síntomas de celo en perros
Cuando un can maduro sexualmente detecta hembras fértiles en su radio de olfateo, su organismo comienza a producir y liberar una mayor cantidad de testosterona.
Hiperactividad e inquietud. Un perro que ha alcanzado la madurez sexual y que percibe la presencia de hembras fértiles próximas, lo normal es que se muestre más inquieto, nervioso y activo que de costumbre. Es un comportamiento natural, ya que su organismo le está pidiendo un encuentro con una hembra para aliviar ese deseo sexual y garantizar la reproducción. Este tipo de alteraciones en su carácter pueden conllevar ladridos e incluso un comportamiento destructivo.
Intentos de escape. Cuando un perro se encuentra en el punto álgido de su actividad sexual, pueden intentar escapar repetidamente para encontrarse con hembras fértiles en su entorno.
Marcaje. Este comportamiento junto con la conducta de levantar la pata para orinar, es uno de los signos más claros de madurez sexual en perros. Cuando un can entra en celo, empezará a orinar en pequeñas cantidades sobre objetos, con especial interés por las superficies verticales( paredes, puertas, etc). En esta época, también es habitual que la orina huela más intensamente.
Monta. El celo en perros, es lo que tiene. Al sentir un intenso deseo sexual, el perro tiene la necesidad o la voluntad de aliviarlo y obtener placer a través de la monta, ya sea con otros perros y objetos. La monta puede ser por otros motivos, de hecho, un comportamiento excesivo en este sentido, puede ser un síntoma de enfermedad, estrés o problemas de socialización.
Territorialidad. Cuando un perro llega a su madurez sexual y esté en celo, empezará a mostrarse más territorial. La territorialidad es un comportamiento típico animal y es vital para su supervivencia. En los machos en celo, los signos de territorialidad son más evidentes e intensos, ya que ellos necesitan garantizar que otros perros no interfieran en su “territorio” y en las hembras que se encuentran en él. Así que será muy común que un macho en este momento sea más desconfiado o incluso se muestre agresivo ante otros perros desconocidos.
Todos estos síntomas se repetirán siempre que un perro macho esté en esa etapa de mayor actividad sexual. Aunque también es importante que sepas que un can no tiene por qué mostrar todos estos signos cada vez que esté en celo, así que es posible que te cueste darte cuenta de que está pasando por “ese periodo”.
¿Cuándo es la época de celo en perros?
No podemos hablar de “época de celo en machos”. A diferencia de las hembras que tienen ciclos fértiles, y que entran en celo dos veces por año (esto también puede depender de su raza y de su propio organismo), los perros una vez alcanzan su madurez sexual, están en un celo constante, aunque con períodos de más o menos actividad.
Para que quede claro, un can siempre estará preparado para reproducirse. De todas maneras, es importante que tengas en cuenta que el comportamiento de celo en perros no está siempre presente con la misma intensidad ni de forma continua.
Por normal general, los síntomas de celo en perros suelen aparecer tras la detección de una hembra en celo.
También se ha demostrado que las condiciones climáticas pueden influir en los picos de actividad sexual en los perros. En invierno, su cuerpo necesita almacenar más energía, así que es natural que el can esté más tranquilo y estable, lo que tendrá un impacto en su actividad reproductiva.
Aún así, es posible que un macho muestre síntomas de celo durante las estaciones frías. De todas maneras, se puede generalizar y decir que el celo se intensifica en primavera y el verano.
¿Cuánto dura el celo en perros?
Como su celo es constante, la duración del mismo puede extenderse a lo largo de toda su vida, pero eso sí, con ciertos picos de mayor actividad sexual durante el año, y dependiendo en parte de los días fértiles de las hembras que están cerca.
El ambiente es un factor crucial en la frecuencia y la duración de su celo. Por ejemplo, si un can vive en una zona en la que hay muchas perras sin castrar, es posible que presente síntomas de celo sin cesar al percibir una alta y/o frecuente disponibilidad de hembras fértiles. Sin embargo, si donde el perro vive, la mayoría de las hembras están castradas, los episodios de celo serán menos habituales y el comportamiento del can será más estable.
¿Se puede evitar el celo en perros?
La respuesta es sí. Si te estás planteando un adoptar un perro macho, es fundamental que seas consciente de que será fértil casi toda su vida. Es decir, podrá entrar en celo en cualquier época del año, cruzarse con hembras fértiles, y dar lugar a camadas no planificadas que empeorarán la terrible problemática de la sobrepoblación callejera. Recuerda que muchas de esas camadas, acaban en perreras o con algo de suerte en refugios o protectoras, pero con un destino más que incierto y triste.
Otro aspecto que debes considerar es que si el perro se escapa durante los picos de actividad, podría tener un accidente, perderse o incluso entrar en contacto con patógenos presentes en las calles. Por estas razones, es natural plantear la pregunta de si es posible aliviar o prevenir los síntomas de celo.
La única manera segura y fiable de evitar el celo en los perros machos y evitar las camadas no planificadas es mediante una intervención quirúrgica de castración o esterilización. Es relevante que sepas que hay diferencias entre estos procedimientos, y que solo la castración es efectiva para controlar esas alteraciones de conducta asociadas al celo. Lo ideal es acudir a un profesional para que explique detenidamente en qué consiste cada operación y sobre todo, si es la mejor opción para tu perro.
Fuente: Actualidad mascotas.com