El alcalde de Moscú, Serguéi Sobyánin, pidió a la ciudadanía que reduzca “todo lo posible” sus desplazamientos y declaró el lunes como día no laborable.
Resaltó que todos los servicios clave de la ciudad fueron puestos en estado de alerta y aconsejó a los residentes que informen cualquier emergencia.
Las autoridades rusas reforzaron el sábado la seguridad en varias regiones del país.
Yevguéni Prigozhin, líder del Grupo Wagner, se rebeló contra el régimen de Vladímir Putin, tras meses de lucha junto al ejército ruso en la invasión de Ucrania.
En la madrugada del viernes, el mercenario avanzó con sus tropas hasta cruzar la frontera de Ucrania hacia Rusia.
Dijo que la intención es liberar al pueblo ruso y afirmó que él y sus 25 mil hombres están listos para morir en esa tarea, tomando el control de las instalaciones militares.
Una enorme columna militar del Grupo Wagner tomó la capital de la región rusa de Rostov del Don.
“Una puñalada por la espalda por ambición personal”, acusó Vladimir Putin, desafiando a su antiguo aliado.
En un discurso dirigido a la nación, el presidente de Rusia admitió que se enfrenta a un motín armado y sus fuerzas ya no controlan Rostov del Don.
Además acusó al jefe del grupo mercenario de traición y amenazó con una dura respuesta.
En los últimos meses, Prigozhin acusó repetidamente al ministro de defensa de Rusia, Sergei Shoigu, y al jefe del ejército en Ucrania, Valery Gerasimov, de incompetencia y desabastecer a las unidades Wagner.
Ucrania celebró el conflicto entre el líder de los mercenarios y Putin.
El gobierno de Kiev lo ve no sólo como un signo de debilidad interna, sino también un choque que tendrá consecuencias para la invasión de territorio ucranio.
Con información de El País, BBC y AP .