Ciudad Obregón, Sonora.- En un tronco de madera sobresale la pintura de un gato con abundante pelaje gris, enormes ojos verdes y tierno semblante, obra realizada por Lilian Rivera, una joven amante de la naturaleza, los animales y de liberar sus emociones a través del arte.
La estudiante de la Licenciatura en Historia del Arte creció rodeada de los frondosos árboles de San Ignacio Río Muerto, lo cual la inspiró para dejarse llevar por el pincel, aunque pintar ya formaba parte de su vida desde que nació.
Pese a que vivió en el municipio mencionado, desde hace varios años Lilian radica en Ciudad Obregón, donde adaptó un cuarto de su hogar para pintar sus creaciones bajo la comodidad de luces tenues y la quietud de su soledad.
Y es que además de los paisajes de su niñez, una de las principales motivaciones para pintar ha sido su madre, quien falleció cuando Lilian era pequeña.
“Cuando era niña viví rodeada de campo y siempre arriba de los árboles con las rodillas sucias y raspadas, soy de San Ignacio Río Muerto aunque la mayoría de mi vida, hasta ahora, la he vivido aquí en Ciudad Obregón. Mi vida ha sido siempre una búsqueda a raíz de perder a mi madre cuando era una niña, siempre me he estado cuestionando sobre la vida, sobre el sentido que tiene vivirla.
He buscado por muchos lugares, he conocido algunos caminos, he andado y aprendido algunas cosas, pero el cómo tomé esta decisión de empezar a pintar no lo tengo muy consciente, el arte creo que es algo con lo que he nacido, creo que es algo que me ha sido dado y no puedo hacerme tonta yo sola, sé que es el camino por donde debo ir”, expresó Lilian Rivera.
Pintar sobre madera
La joven recuerda que de niña, su papá le trajo del campo troncos de madera cortados y pulidos, siendo ese momento decisivo para interesarse en pintar sus obras sobre ellos, pues se enamoró automáticamente de su belleza y textura.
“A mí siempre me ha gustado la madera, siento que está viva a pesar de que ya no esté en forma de árbol, un día de me ocurrió pintar sobre esos tronquitos de tamarino, los cuales mi padre cortó de la casa donde vivíamos mis hermanos y mis papás cuando éramos niños, entonces por eso son algo tan especiales para mí.
Me han ayudado a aterrizar mis ideas y a echar a volar mi yo interno, no es algo difícil pintar en madera si está muy bien pulida, así el pincel corre con mayor facilidad, pero también está la madera áspera, es un poco más entretenido pero igual amo la textura rugosa”, explicó la joven artista sonorense.
Sus creaciones
Las pinturas de Lilian son muy diversas, pues van desde retratos de personas vivas o fallecidas, hasta gatos y perros, figuras religiosas como la Virgen de Guadalupe y distintos paisajes.
Sus obras las vende por Facebook: “Lili An” e Instagram: “Lili.Maderita”. Los precios varían según el trabajo, las dimensiones y el material a utilizar.
Además, algunas personas que compraron sus troncos de madera quedaron fascinadas por sus obras, por lo que la motivan a continuar pintando.
“He recibido comentarios que me hacen seguir, que me sorprenden mucho a veces, como lo es cuando en algún pedido me da por añadir algo extra y resulta ser algo muy especial para la persona sin yo haberlo sabido antes de pintar”, mencionó la artista.
Lilian cree que no puede dedicarse a otra actividad ajena a la pintura, es su modo de sanar sus heridas y de sentirse útil para cumplir su propósito de vida: ser feliz creando arte.
“A veces pintar es como una catarsis, pero la mayoría del tiempo es para mí la forma de dar al mundo lo mejor que tengo, es mi forma de amar, para mi pintar es vivir amando, es cumplir el sentido de vida, creo que es forjar una vida que la Lili niña deseó con un corazón puro y que aún quiero seguir haciéndolo”, expresó la artista sonorense.