Fuente ExpertoAnimal.com
Los perros se rigen por un lenguaje completamente distinto al nuestro, en el que los olores toman un papel protagonista para identificarlo prácticamente todo: su hogar, otros canes, a nosotros… De esta forma, no es de extrañar que determinados comportamientos los realicen siguiendo su instinto y, por ello, no debemos actuar sin ningún conocimiento previo.
En ocasiones, de forma inconsciente, al frenar al animal estamos generando en él un estado de estrés, ansiedad y frustración, e incluso hacemos que relacione algo que para él es positivo con un estímulo negativo. Así, si cada vez que ves a tu perro rascar el suelo tiendes a decirle que no lo haga, indaga primero en el motivo que le lleva a hacerlo y, después, actúa para solucionar el problema, si lo hay.
¿El perro rasca la cama o el suelo de la zona de descanso?
Los perros cuentan con una serie de glándulas en distintas zonas de su cuerpo a través de las cuales emiten su propio olor, único y reconocible por el resto de canes. Las más populares son las glándulas anales, por ello los perros tienden a olerse el ano entre ellos cuando se encuentran durante el paseo, y las glándulas sudoríparas que se encuentran en las almohadillas. Estas últimas cumplen varias funciones fundamentales para el animal, entre las que destacan la de regular la temperatura corporal a través del sudor y dotarlo de un olor propio. De esta forma, al rascar el suelo el perro distribuye el olor que emiten las almohadillas.
Por otro lado, si únicamente rasca la cama antes de acostarse, lo que está haciendo es acomodarla para descansar lo mejor posible. Como te puede ocurrir a ti, tu perro intenta moldear el cojín para formar su propio hueco, sentirse seguro y confortable en él. Toda la información detallada sobre por qué los perros rascan la cama antes de acostarse en nuestro artículo, ¡no te lo pierdas!
Necesita liberar la energía acumulada
Si tu perro rasca el suelo de cualquier zona del hogar sin motivo aparente y de forma enérgica, es posible que se sienta estresado por no realizar el ejercicio suficiente y, por tanto, esa sea su vía de escape. En general, este tipo de canes acostumbra a presentar otros síntomas de estrés, como estereotipias, relamido o jadeo constante. De hecho, el mismo acto de rascar el suelo puede convertirse en una estereotipia si lo realiza de manera frecuente y, por ende, requiere un tratamiento inmediato.
¿Uñas demasiado largas?
En estado salvaje los perros rascarían el suelo para limar sus uñas y no dañar sus patas al caminar. Cuando están demasiado largas, el can puede desarrollar graves problemas de salud, tales como torcedura de los dedos o rotura de una uña perjudicando el tejido que se encuentra en su interior y llegando a provocar una infección, entre otros. Al sobrepasar las almohadillas el perro no puede apoyar correctamente las patas en el suelo y, por tanto, se producen los daños mencionados. En estos casos también podemos observar al animal mordiendo sus uñas en algunas ocasiones.
Rasca el suelo después de hacer sus necesidades
¿Cuántas veces has visto a tu perro rascar el suelo después de defecar u orinar? Suelen hacerlo tanto con las patas traseras como con las delanteras, alejándose ligeramente de los excrementos o la orina, y lanzando tierra, si la hay. Este comportamiento no pretende cubrir las heces ni la micción para esconderlas por motivos de higiene, intenta dejar un rastro olfativo y visual para los canes que atraviesen ese mismo territorio más adelante.
Así pues, se trata de un acto de marcaje, llevado a cabo sobre todo por los machos, aunque también podemos verlo en algunas hembras. Por ello, también solemos observar que nuestro perro defeca u orina en zonas donde otros ya lo han hecho. Como ocurre con el acto de rascar la cama, se trata de un comportamiento natural, propio del instinto canino que no debemos entorpecer ni frenar.
Por otro lado, los perros con un grave miedo a otros canes suelen esconderse para hacer sus necesidades y escarbar la tierra para cubrir las heces y orina con el fin contrario: eliminar las pruebas. De esta forma, evitan atraer a otros perros y consiguen sentirse más seguros. Estos canes necesitan ser tratados de forma urgente por un etólogo o educador canino para recuperar la seguridad en sí mismos.
En general, cuando se trata de marcar territorio el perro más que tapar las heces lo que intenta es esparcirlas para repartir su olor, mientras que en el segundo caso sí vemos como el animal esconde los excrementos. Además, el perro con miedo a otros perros presentará otros síntomas como llevar la cola entre las piernas, las orejas hacia atrás o muy agachadas, o temblar cuando ve a otro can acercarse hacia él.
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