La Cámara de Diputados aprobó, con 328 votos a favor y 131 en contra, la Ley General de Aguas, una reforma que redefine la gestión del recurso hídrico en México y busca recuperar la rectoría del Estado, frenar el acaparamiento y garantizar el derecho humano al agua, especialmente en comunidades rurales e indígenas.
Según el dictamen presentado por el titular de Conagua, Efraín Morales, la nueva legislación establece que el agua deja de ser considerada una mercancía para reconocerse como un bien estratégico.
El proyecto determina que el Estado será la única autoridad facultada para otorgar concesiones, lo que elimina la compra, venta o transferencia de títulos entre particulares, prácticas que —de acuerdo con autoridades— favorecieron la concentración de derechos desde 1992.
La reforma contempla la creación del Registro Público de Agua Nacional, un Fondo de Reserva de Aguas para comunidades sin acceso y la cancelación de concesiones acaparadas o sin uso. También endurece sanciones por robo de agua y regula obras privadas de captación pluvial que han modificado ciclos hidrológicos.
Productores agrícolas, principalmente del norte del país, expresaron preocupación porque la eliminación de la transmisión privada de concesiones podría generar incertidumbre, ya que el acceso al agua es parte del valor de sus tierras.
Aunque Conagua señaló que las herencias y la compraventa de predios se mantendrán permitidas, los agricultores aseguran que falta claridad sobre los nuevos trámites y la protección de sus derechos históricos.
Ante las críticas, Efraín Morales afirmó que la reforma representa “un profundo cambio en la visión del manejo del agua” y permitirá combatir el mercado negro del recurso. Añadió que algunos grupos “ven afectados intereses favorecidos durante muchos años” y denunció una “campaña de desinformación” en su contra.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo que quienes rechazan la reforma “tienen muchísimas concesiones de agua”, muchas de ellas sin uso o irregulares, por lo que consideró necesario “poner orden”.
Con información de López-Dóriga Digital.


