Kerr County, Texas.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó este viernes la región de Texas afectada por las inundaciones ocurridas la semana pasada, que dejaron al menos 120 personas muertas y más de 160 desaparecidas.
Durante su visita al condado de Kerr, el más golpeado por el desastre, el mandatario calificó la situación como algo que “nunca había visto”, comparándolo con huracanes y tornados previos.
Trump evitó referirse a las crecientes críticas por la actuación de las autoridades locales y los fallos en el sistema de alertas, y se limitó a elogiar la labor de funcionarios estatales y municipales, a quienes describió como “profesionales” que hicieron un “trabajo increíble”.
La primera dama, Melania Trump, también participó en la visita y expresó sus condolencias a las familias, particularmente por la muerte de al menos 27 niñas y jóvenes de un campamento cristiano arrasado por las riadas.
Las inundaciones se desataron por lluvias intensas entre el 3 y 4 de julio, que dejaron hasta 27.9 centímetros de precipitación en los condados de Kerr, Bandera, Tom Green y Kendall, provocando severos daños en la región conocida como Hill Country, en las afueras de San Antonio.