La esposa de Mario N., acusado de intentar desviar un avión de Volaris hacia Estados Unidos el pasado 8 de diciembre, explicó las circunstancias que llevaron a su esposo a tomar esta decisión.
“Él lo hizo por su familia, por nosotros, porque nos quiere, porque en ese momento él entró en pánico”.
La mujer, quien solicitó mantener su identidad en el anonimato debido a la naturaleza del proceso judicial, afirmó que su marido actuó impulsado por amenazas de muerte y con la intención de proteger a su familia.
“Fuimos amenazados hasta de muerte, tanto los niños como nosotros. Nos dijeron que si aterrizábamos en Tijuana, nos iban a matar”, explicó.
Según relató, su esposo buscó desviar el avión hacia Estados Unidos con la esperanza de obtener ayuda y resguardo.
La mujer relató que días antes del incidente, fue víctima de un secuestro en Guanajuato.
Me pidieron una suma de 150,000 pesos para liberarme. Mario logró pagar esa cantidad, pero después de eso, vinieron más amenazas.
Según explicó, estas amenazas y el temor constante llevaron a su esposo a un estado de pánico durante el vuelo. Aseguró que ellos iban a Tijuana para pedir asilo político en Estados Unidos.
Amenazas de muerte antes del despegue
Respecto al incidente en el avión, indicó que Mario recibió mensajes en su celular mientras aún había señal tras el despegue. “Yo no estaba sentada junto a él, me tocó estar en otro asiento con los niños. Cuando me di cuenta, Mario ya estaba adelante en el avión. No supe en qué momento decidió actuar”, mencionó.
En cuanto al estado actual de Mario N., su esposa denunció que sufrió múltiples golpes tras ser detenido. “Él está todo golpeado. Tiene muchos golpes en la cabeza, el ojo, y un hueso desviado en la cintura. Está todo golpeado. […] Quiero que muestren los videos de la detención para que se vea qué fue lo que realmente pasó”, exigió.
También afirmó que durante su hospitalización, Mario estuvo entubado debido a la gravedad de sus lesiones.
Sobre el proceso judicial, confirmó que dos de los cargos más graves fueron retirados, pero Mario sigue enfrentando acusaciones de ataques a las vías de comunicación, lesiones y daños a la patrulla de la Guardia Nacional. “Tuvimos una audiencia larguísima; salimos hasta la madrugada. Estamos esperando que el abogado nos informe cómo sigue el caso”, añadió.
Finalmente, la mujer enfatizó que su esposo es un hombre trabajador y dedicado a su familia.
“Mario es un hombre bueno, lleva años yendo a trabajar a Estados Unidos por temporadas para mantenernos. Todo lo que hizo fue por protegernos”, concluyó.