“El 10 de abril de 1988 fue un día histórico para mí porque pude cumplir con uno de mis sueños de niño: anotar un gol de chilena en un estadio maravilloso que se llama Santiago Bernabéu con la camiseta del mejor equipo de todos los tiempos, que se llama Real Madrid”, dijo Hugo Sánchez.
Aquel día, el mexicano logró ese gol que no fue casual, ya que ese remate era su especialidad y estuvo muy entrenada durante toda su carrera.
“En toda mi carrera -suele recordar el mexicano- hice unas 15 mil chilenas y marqué más de 30 goles con ese remate tan acrobático”.
Se le llamó el Señor Gol por motivos evidentes y curiosamente, se lo hizo a un equipo, el Logroñés, cuyo nombre leído al revés coincide con la denominación de la chilena.
Aquella temporada terminaría con un nuevo título para el Real Madrid de la Quinta del Buitre, en la que Hugo Sánchez era un elemento esencial. El conjunto madridista fue primero por delante de la Real Sociedad en una de las Ligas que se acabarían convirtiendo en una seguidilla de cinco títulos consecutivos (1986-1990).
El gol del Manito fue el 1-0 en un partido que prácticamente se inició con su gol y que acabaría con un claro 2-0 a favor del Real Madrid.
Fue una tarde cálida de la primavera madrileña que los aficionados que llenaban el Santiago Bernabéu nunca olvidarán por la plasticidad del remate del delantero azteca.
El Bernabéu se llenó de pañuelos para festejar una obra de arte conseguida tras un centro de Rafa Martín Vázquez, uno de los mejores amigos de Hugo en ese vestuario.
Con información de MARCA 2