hoy en día cada vez es más frecuente hablar o escuchar hablar de espiritualidad, aún cuando como concepto no termina de acomodarse con claridad el verdadero significado, ya es aceptado por más personas. Sin embargo tiene que expandirse esa frecuencia en todos los seres humanos.
Cabe señalar que Abraham Maslow (1976) el principal impulsor del humanismo; abre la puerta al desarrollo de la espiritualidad.
Después Gardner, autor de las Inteligencias Múltiples, (que además de todo, sus aportaciones a muchos nos salvo de ser “burros”); de inicio publica solo ocho, pero un año después agrega la novena y es precisamente la Espiritualidad.
¿a que nos referimos cuando hablamos de espiritualidad?
seguramente nos ha tocado escuchar que le dicen a alguien que es muy espiritual. Pero ¿que características o atributos expresa o manifiesta esa persona, para ser considerada así?
Sin duda es un tema que viene acompañándonos como humanidad, pero también, que le falta un buen trecho para ser aceptado y reconocido. Así como sucedió con la Inteligencia emocional (desconocida y sorpresa para algunos) y muchos temas más que han tenido que ver con lo esencial del ser humano.
Nos encontramos hoy ante los albores de la expresión de la espiritualidad. Que gusto, que emoción, un paso más en este proceso de integración de las dimensiones del Ser Humano.
En importante mencionar, que la Inteligencia Espiritual, definida por algunos investigadores del tema como un sistema de capacidades necesarias para la comprensión profunda de cuestiones de significado y sentido que hacen posible la integración de todas las dimensiones de la persona, la resolución de problemas existenciales, la trascendencia y la transformación de la realidad cotidiana.
Otros consideran, que la Inteligencia Espiritual se caracteriza por la valoración fundamental de la vida, como afrontamos y resolvemos problemas, como la capacidad de trascendencia que involucra diferentes habilidades, como el contacto con el verdadero yo, utilizando recursos espirituales para solucionar problemas en la vida; es decir, ser virtuoso y comportarse como tal.
Urge desarrollar y utilizar la Inteligencia Espiritual, para situarnos a nosotros mismo con respecto al cosmos, a rasgos existenciales de la condición humana, que incluyen el significado de la vida, el significado de la muerte y el destino final del mundo físico y psicológico.
No podemos permanecer negando nuestra condición, aquí estamos, pero no estuvimos siempre, al menos no así. Y el no reconocerlo, nos limita de ser lo que verdaderamente somos, así como de utilizar todo el potencial que traemos.
De este tema, aún hay mucho más…