Hace más de cinco años, Jesse Koz, un vendedor brasileño de 29 años, dejó su trabajo y estudios de educación física, para emprender un largo viaje por América que lo llevaría desde Brasil hasta Alaska.
Con 2 mil dólares en el bolsillo, tomó su viejo Volkswagen Escarabajo mil 300 de 1978 y junto a Shurastey, su perro golden retriever, inició el camino en abril de 2017. Durante la pandemia regresó a Brasil tras llegar hasta Norteamérica, pero en febrero de este año retomó la ruta.
Ambos fallecieron el pasado lunes 23 de mayo en un lamentable accidente ocurrido en Portland, estado Oregón, Estados Unidos.
El recorrido de Jesse Koz, Shurastey y Dodongo
Cuando Jesse Koz salió de Balneário Camboriú, la ciudad brasileña donde residía, lo hizo pensando en vivir plenamente y en total libertad, haciendo lo que quisiera, sin que le costara mucho dinero.
Koz dormía dentro del carro con Shurastey y comía fideos todos los días, pero a pesar de muchas restricciones, su libertad lo hacía feliz. Por entonces, sobrevivía vendiendo calcomanías a dólar y con el apoyo de quienes conocía en la ruta.
Desde Brasil salieron a Uruguay y Ushuaia, la punta sur de Argentina. Luego entraron a Paraguay y llegaron a las playas de Santa Catarina, en Brasil. El plan inicial era quedarse allí, pero Koz decidió seguir adelante junto a Shurastey visitando Río de Janeiro, Pará y Mato Grosso do Sul.
Pasaron a Bolivia, Chile, Perú, Ecuador y Colombia, a donde vinieron en agosto de 2019. Ya habían pasado 840 días y unos 60 mil kilómetros. A estas alturas Koz y Shurastey ya eran populares en redes sociales, tenían su propia venta de camisetas y pauta comercial de diversos productos, entre ellos, varios relacionados con perros y veterinaria.
Rumbo a Norteamérica
Ahora, la intención era llegar a Norteamérica. Fue así como, desde Colombia llegó a Panamá y desde allí, Jesse y su fiel amigo siguieron hasta Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y México. Conocieron muchas personas, durmieron en diversos hogares, hicieron nuevos amigos y atravesaron todo tipo de situaciones, desde desiertos de arena hasta caminos de nieve.
En marzo de 2020 llegó la pandemia. Para entonces estaban en México y fue hasta septiembre de ese año, cuando pudieron regresar a Brasil.
El carro quedó en un taller del país mexicano mientras las fronteras se restablecían y podían volver, lo que ocurrió apenas en enero de este año. Ahora, la meta era llegar hasta Alaska.
Fue así como en febrero pasado, Jesse y Shurastey entraron a Estados Unidos. Pasaron por Disneyworld, la Casa Blanca en Washington, Times Square en Nueva York, el Golden Gate en San Francisco, Hollywood, y atravesaron la Ruta 66.
El pasado lunes, Jesse y Shurastey estaban en Portland, Estados Unidos, una ciudad cercana a la frontera con Canadá, su próximo destino antes de llegar a Alaska.
Allí, al encontrarse con un bache en la vía y frenar repentinamente para esquivarlo, el brasileño perdió el control del vehículo pasando al carril contrario, y estrellándose de frente con una camioneta.
Instantáneamente, Jesse y Shurastey murieron y la conductora del otro vehículo sufrió heridas.
De esa manera terminaron cinco años y 85 mil kilómetros de viaje, en los que Jesse, Shurastey y Dodongo (el VW) permanecieron unidos. Hasta el final. Una historia de fieles amigos que vivieron como quisieron, pero desafortunadamente, tuvieron un final trágico. En donde estén, seguramente, seguirán tan juntos como siempre.
Con información de El Carro Colombiano