Ciudad de México.- Tras el colapso de la Línea 12 del metro entre las estaciones Tezonco y Olivos, en redes sociales se viralizó el video de un joven en condición de calle que vivía bajo la obra y narró, desde su perspectiva, los hechos. Ahora miles de usuarios lo buscan para brindarle apoyo económico y material.
Miguel Córdova Córdova es un joven que vive en condición de calle y hacía del puente entre la estación Tezonco y Olivos su hogar. Tras el desplome de esta estructura contó a las redes sociales cómo se enfrentó a este trágico hecho en primera línea.
Su testimonio, viralizado rápidamente por diversos usuarios, acumuló hasta 2 millones de reproducciones y provocó que miles de personas se dieran a la tarea de buscarlo para poder ofrecerle una ayuda económica y material.
“Eran más o menos como las 10 de la noche cuando se escuchó como si tronara un fierro, se cimbró la banqueta… Se cimbró bien feo y tronó y se movió… De repente íbamos corriendo y nos caímos porque se vino el cimbradero grande, y se vio cómo se vino el Metro hacia abajo, en dos, se hundió. Una desesperación de gente, horrible, no le deseo a nadie que lo vea”, detalló.
Este testimonio, uno de los más cercanos a la tragedia en el Sistema de Transporte Colectivo, también permitió conocer que son varios los jóvenes en condición de calle que viven en zona de Tláhuac y ahora se desplazarán a otras calles para refugiarse.
Pese a que la conversación también fue criticada por el asombro que algunas figuras públicas tuvieron ante “un joven elocuente que gana 20 pesos y vive en la calle” y emitieron, según otros usuarios, comentarios clasistas, hubo quienes destacaron que Miguel Córdova, y los jóvenes viviendo bajo la L12, eran sobrevivientes de este colapso.
Cabe señalar que el joven también detalló que tiene 10 años viviendo en la ciudad y que actualmente se dedica a vender botellas de plástico y latas. Su “salario” se estima entre los 20 y 30 pesos diarios, por lo que el funcionario Simón Levy le ofreció un apoyo de 8 mil pesos mientras que otros le propusieron una vacante laboral.
“Siempre busco un lugar al aire libre (para dormir) pero cuando ya me canso me quedo abajo del puente pero se siente muy feo, el último metro que viene en la noche viene cargadísimo para llegar al paradero y se cimbra”, mencionó sobre su vida diaria.
Cuando se le cuestionó su opinión sobre la caída de la Línea 12, dijo que en la noche de ese lunes estaba con algunos amigos bajo el puente. Que corrió al escuchar las estructuras colisionar y que “venía llorando desde la Nopalera, porque dije “hay gente que a lo mejor no se despidió de su familia”.
“Anoche era una desesperación de los niños y la gente que gritaba cuando se vino abajo, horrible, y no me lo van a contar porque yo lo viví”, citó.
Fuente: Ruido en la red