El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, renovó este sábado, día del 75 aniversario de la institución internacional, el llamamiento al que ha dedicado los últimos meses: la declaración de un alto el fuego de alcance global para facilitar los esfuerzos de los países del mundo entero y combatir al máximo de las capacidades la pandemia de coronavirus que ha matado ya a más de un millón de personas en todo el planeta.
“Celebramos el 75º aniversario de las Naciones Unidas en medio de una pandemia. Nuestra misión fundacional es ahora más importante que nunca”, declaró el Secretario General en su mensaje de conmemoración de la formación de la ONU, en el que ha recordado la vital labor de la institución como mediadora para resolver los conflictos armados en todo el mundo.
Esta labor forma parte intrínseca de los objetivos fundacionales de la institución: “promover la dignidad humana; proteger los derechos humanos; garantizar el respeto del derecho internacional; y salvar a la humanidad de la guerra“.
“Al inicio de la pandemia, hice un llamamiento a un alto el fuego mundial. En el mundo actual, todos tenemos un enemigo común: la Covid-19. Ahora es el momento de dar un mayor impulso a la paz y lograr un alto el fuego mundial. El tiempo apremia”, ha declarado el secretario general.
As the @UN turns 75, the world faces colossal challenges.
But with global solidarity and cooperation, we can overcome them.
That’s what the @UN is all about. #UN75 pic.twitter.com/C4MpiKpz1b
— António Guterres (@antonioguterres) October 24, 2020
“Se está colaborando de manera extraordinaria a nivel mundial para conseguir una vacuna contra la Covid-19 segura, asequible y accesible para todos. Nos enfrentamos a enormes desafíos. Gracias a la solidaridad y la cooperación mundiales, podremos superarlos“, dijo.
Asimismo, Guterres se refirió a la emergencia climática que amenaza “la vida misma” y consideró imprescindible “hacer las paces con el planeta”.
“Debemos movilizar a todo el mundo para alcanzar la neutralidad de carbono, es decir, emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para el año 2050. Un número creciente de países y empresas ya se han comprometido a cumplir este objetivo”, ha agregado.
Guterres también ha aseverado que es necesario hacer más en todo el mundo para poner fin al sufrimiento humano causado por la pobreza, las desigualdades, el hambre y el odio, además de luchar contra la discriminación por motivos de raza, religión, género o cualquier otra distinción.
“Durante los meses de la pandemia se ha producido un terrible aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas”, dijo, antes de pedir que se aprovechen los logros alcanzados hasta el momento.
“Como dice la Carta de las Naciones Unidas: “Nosotros, los pueblos”, las personas, somos la base y el corazón de la ONU. Defendamos juntos sus valores perdurables. Aprovechemos los logros alcanzados a lo largo de décadas. Hagamos realidad nuestra visión común de un mundo mejor para todas las personas“, concluyó.
La Organización de las Naciones Unidas fue fundada hace 75 años en un mundo devastado por la Segunda Guerra Mundial y prevalece como el máximo organismo encargado de velar por la paz.
Para cumplir con el objetivo de evitar las conflagraciones, la ONU ha contado desde sus inicios con mecanismos de mediación y prevención de conflictos que ha utilizado a lo largo de la historia en numerosas ocasiones y que el complejo mundo de hoy hace más indispensables que nunca.
Guterres ha planteado “una visión integral” sobre el apoyo que las Naciones Unidas pueden brindar a los países para ayudarles a evitar el estallido de crisis que pueden costar muchas vidas y socavar las instituciones y capacidades para lograr la paz y el desarrollo.
Según esta perspectiva, la ONU desempeña un papel fundamental en el respaldo a los Estados miembros para prevenir conflictos violentos.
Bajo estos preceptos, la Organización trabaja en una variedad de puntos a lo largo del ciclo del conflicto, abordando cuestiones que presentan riesgos de crisis a largo plazo, dialogando con partes que están al borde de la violencia, y ayudando a negociar el fin de los conflictos ya existentes, así como asistiendo a los países para lograr la reconciliación y construir “sociedades resilientes e inclusivas”.