Hermosillo, Sonora.- Martín se despierta todos los días a las 4:00 de la mañana. Toma la escoba junto con el recogedor, sale de su casa y camina por la acera hasta llegar a la avenida principal, donde comienza a limpiar.
Desde hace 15 años, Martín Carlos Acedo Vallejo realiza una labor de manera voluntaria: mantener limpio y cuidado el camellón que se encuentra en la avenida principal de la colonia Los Naranjos, en Hermosillo.
“Ahorita, por la situación, yo comienzo a las 4:00 de la mañana porque está solo, hay buen alumbrado y al ratito sale gente a caminar.
Lo hago sin molestar a otra gente porque hago polvo al barrer y cuando va amaneciendo, las personas ven que en general está limpio y eso es todos los días”, cuenta Martín sobre su rutina y labores de limpieza.
Sonriente, agrega que para él “es un placer hacerlo, sobre todo. Normalmente trabajo voluntariamente desde las 4:00 hasta las 8:00 y vecinos también me hablan para hacer limpiezas u otros trabajos”.
En el pequeño camellón los árboles son gigantes, el ambiente es fresco y las hojas suenan al ritmo que las mueve el aire. Al mismo tiempo, regalan una sombra envidiable que protege del sol a quienes caminan bajo ella.
A sus 55 años, Martín se mantiene motivado por el hecho de que alguien disfrute pasar por el sitio que cuida desde hace tanto tiempo; asegura que su mayor ganancia es ver la sonrisa de quienes cruzan por ahí.
“Lo que veo en las personas cuando pasan por aquí es una sonrisa, aunque muchas veces no me digan nada.
Lee también:
Cristóbal Castillo creó el Camellón de la Alegría, un minibosque para reducir calor en Hermosillo
En otras situaciones me felicitan y también hay a quienes no les gusta, pero sobre todo les digo a mis vecinos que en limpio las personas se ven más hermosas, de veras, no lo digo en broma”.
Para él no se trata de un trabajo obligatorio ni algo que hace para recibir el agradecimiento de los demás, pero hay quienes en forma de gratitud por su esfuerzo le han hecho llegar felicitaciones; en una ocasión, un profesor le regaló una serie de poemas.
“Yo sé que muchas personas quieren hacer cosas buenas y les da pena qué van a decir los demás, pero si hay un basurón y nadie lo quiere limpiar, usted hágalo de poco a poquito”, comenta.
Emocionado, Martín hace una pausa, luego dice “que no les dé pena, no piensen en el dinero ni en qué dirán los demás. Sí cuídense de no enfermarse o de algún animal, pero no importa si lo hacen aunque otro no lo quiera hacer.
Da una satisfacción muy grande voltear y ver a mi alrededor una cosa muy bonita y grande de cierta manera”.
Lee también:
Para su cumpleaños 25, Flor regala 50 árboles en Hermosillo
Con su escoba y recogedor barre las hojas que caen todos los días de los árboles, pero también ahí, parado bajo la sombra y el calor, Martín se convierte en un ejemplo de voluntad y de amor por su entorno, de constancia y perseverancia sin esperar nada a cambio.