Llevan académicas extranjeras y Salud Sonora apoyo a seris de El Desemboque; requieren comida, agua y médico ante 8 casos positivos

La jornada de salud que llegó a El Desemboque de los Seris el pasado jueves 2 de julio arrojó como resultado preliminar ocho pruebas rápidas positivas de COVID-19 en la comunidad: dentro de las necesidades apremiantes, se hizo un llamado urgente a la presencia de un médico en el pueblo, la reconexión del agua potable para el Centro de Salud Rural y comida para las familias aisladas en casa por el virus.
Laura Monti, académica estadounidense y una de las organizadoras del Comcaac Health Relief Fund -o Fondo de Auxilio a la Salud Comcaac, en español- llegó al pueblo desde Arizona la tarde del jueves con compresores de oxígeno, equipo de protección para los promotores de salud del pueblo y medicamentos para atender a las personas con síntomas asociados al virus.

Por la mañana del día siguiente, una brigada de salud de la Jurisdicción Sanitaria No.2 con sede en el municipio de Caborca, llegó para realizar 70 pruebas rápidas que concluyeron con la confirmación de los ocho casos en personas a quienes también se les realizaron pruebas PCR para someterlas a análisis en laboratorio.
Actualmente, dos personas utilizan dos de los seis compresores de oxígeno disponibles en el Centro de Salud Rural de El Desemboque, pero uno de ellos requiere traslado a un hospital en Hermosillo para recibir atención especializada, dijo Monti vía telefónica; actualmente es vigilado por cinco jóvenes seris con capacitación básica en salud, quienes se encuentran a cargo del espacio y cuentan con monitoreo a distancia de parte de la Coordinación de Atención a la Salud de Pueblos Indígenas de la Secretaría de Salud en Sonora.

“El problema ahora es que no hay personal médico, no hay un doctor ahora en la comunidad y muchos doctores están infectados, estamos con esa realidad”, explicó la investigadora, “estamos haciendo lo posible para apoyar a los promotores que se desvelaron dos noches con este señor que están buscando trasladarlo a Hermosillo, no porque esté muy grave, pero sí porque los promotores están tratando y es mucho para ellos tener tanta responsabilidad; a ellos los estamos apoyando con el fondo y al menos no tienen que buscar qué van a comer. No es justo dejarlos solos con su capacidad, son dedicados y todos son jóvenes que quieren ser enfermeros o médicos, pero saben sus limitaciones”.
Monti explicó que encontró un Centro de Salud con un deterioro importante en varios de los espacios que podrían utilizarse para atender a las personas, así como la falta de agua para la operación del lugar.
“El abandono es impresionante, hace años trabajé ahí y estaba bien cuidado y ahora esta aún más abandonado, no hay agua ahí -se necesita una bomba-, hay cuartos que necesitan remodelación y que se podrían usar ahora con camas, pero así no son buenos para las personas con problemas respiratorios”, detalló.
Leonel Hoeffer, joven de la etnia e integrante del equipo liderado por Laura Monti, explicó que las ocho personas que resultaron positivas recibieron medicamentos y se encuentran en aislamiento, sin embargo, es necesario que haya atención gubernamental con alimentos para que puedan vivir de forma segura este proceso junto a sus familias.
“Aquí la carencia es que no hay ninguna intervención de alguna instancia de gobierno que ayude a que esa cuarentena y ese aislamiento suceda de manera adecuada y segura; el suministro de alimentos es algo muy crítico que se tiene que resolver en esta época, el verano, cuando están muy escasos el trabajo y las actividades económicas; yo creo que el gobierno sí debe tomar acciones como apoyos con despensas y agua: esa creo que es la parte más urgente para la comunidad para que no siga la cadena de contagios” dijo Leonel.
Y agregó: “También urge la presencia de un médico en el Centro de Salud Rural porque sí es muy desgastante no saber qué hacer, [aunque hay monitoreo de parte de las autoridades sanitarias] a veces los doctores no contestan o por la misma falla de comunicación que tenemos, porque la calidad del internet en el pueblo no es tan buena”.
De igual forma se necesita mayor equipo de protección, personal de salud que refuerce las actividades y atención psicológica para los promotores de salud porque están viviendo desgaste mental y emocional ante la crisis del pueblo, pues no se dan abasto para monitorear a las más de 300 personas que habitan en El Desemboque, aseveró Hoeffer.

“En El Desemboque, estamos muy solos”: Gobernador Tradicional
“La verdad, allá en El Desemboque, municipio de Pitiquito, estamos muy solos”. Miguel Estrella, gobernador tradicional de este pueblo indígena perteneciente a la Nación Comcaac, dice esto al teléfono mientras recorre la capital sonorense, Hermosillo, en búsqueda de medicamentos para llevar a la gente con síntomas de COVID-19.
“Tenemos varios meses que no hemos recibido ni un doctor ahí, por eso estamos muy solos, necesitamos un doctor que sabe de la enfermedad y cómo es”, dijo.
Del 17 de junio a la fecha, en El Desemboque de los Seris -uno de los dos pueblos que integran a la Nación Comcaac- han muerto cuatro personas sin saber si fue por coronavirus, por enfermedades crónicas como la diabetes o por ambas cuestiones combinadas, dijo el líder indígena.
Sin embargo, en Punta Chueca, el otro pueblo habitado por los seris y que se encuentra dentro de Hermosillo, el jueves 2 de julio acudió una brigada del DIF municipal para realizar pruebas rápidas para detectar el virus: de ahí, salieron 20 positivos, entre ellos, gente que acudió desde El Desemboque porque allá -como ha ocurrido en muchas otras ocasiones- no había llegado ninguna jornada de salud hasta ese momento.
“Necesitamos mucho un doctor ahí”, continuó Estrella, “pero nos dejan solos por la misma enfermedad, yo pienso que cualquier doctor puede hacer algo con nosotros, no hay una persona así y nosotros mismos estamos comprando medicamentos para que se alivie un poquito, pues”.
En El Desemboque hubo un médico durante pocas semanas, sin embargo, se separó del cargo cuando también se contagió de COVID-19.
Miguel Estrella y Saúl Molina, exgobernador de la Nación Comcaac y quien le antecedió en el cargo a Estrella hasta el pasado 14 de junio, van de farmacia en farmacia, en Hermosillo, en la búsqueda de medicina para la fiebre y la infección, porque es lo que saben que pueden comprar.
“Ya se nos fueron como siete (personas) en Punta Chueca y El Desemboque, pero los que se están atendiendo en casa ahorita se están alivianando con pura medicina ancestral, nada de química, puro raíces o hierbas están usando”, dijo Molina.
“Ojalá que nos apoye el gobierno, que se presente la gobernadora del estado [Claudia Pavlovich] y yo le voy a agradecer mucho si nos apoya con medicamentos o que lleve una brigada de personas que chequen a quien está portando este virus”, manifestó.
Un día antes, el 1 de julio, la mandataria sonorense sostuvo un encuentro virtual con los medios de comunicación. En él, Proyecto Puente preguntó acerca de las medidas que se tomarían en territorio comcaac ante la presencia de casos sospechosos del virus.
“Estamos ahorita en las brigadas, en la Jurisdicción 1, y se van ampliando hasta donde tengan que llegar”, dijo Pavlovich Arellano.
“Estamos ciertos de que hay un problema ahí y están las brigadas, en este momento, precisamente porque el doctor [Gerardo] Álvarez [director de Promoción a la Salud y Prevención de Enfermedades de la Secretaría de Salud] hablaba de, cuando se dan los brotes en grupos vulnerables, es cuando tenemos más riesgos de que haya pérdidas”.
Y agregó: “Las brigadas tendrán que llegar -aquí está el secretario de Salud escuchándome [Enrique Clausen]- y tendrá que haber un médico, pero, sobre todo, tendremos que hacer las pruebas para saber quiénes de ellos están positivos y quizás tengamos que trasladarlos a los centros acá”.

Otra de las complicaciones para El Desemboque de los Seris, es que es un pueblo sumamente aislado. Se encuentra a 62 kilómetros de Puerto Libertad -la localidad más cercana- y a 257 kilómetros de distancia de Pitiquito, la cabecera municipal, lo que varía entre una y tres horas de recorrido para buscar atención médica.
Sumado a esto, las malas condiciones de la carretera complican aún más los traslados cuando existe alguna emergencia: para salir del pueblo y llegar al entronque, deben atravesar un tramo de 23 kilómetros de terracería que hay que raspar con frecuencia.
Este trabajo, de acuerdo el Gobierno Tradicional Comcaac, debía ser costeado por él mismo comprando el diesel de la máquina.

Si no fuera suficiente, la temporada de lluvias está llegando a Sonora y eso implicaría la crecida del arroyo que pasa por el camino de terracería: eso significa la incomunicación total del pueblo, aseveró la autoridad tradicional.
Al respecto, Gumercindo Ruíz, alcalde de Pitiquito, dijo a Proyecto Puente que la crecida del arroyo es normal y anual y que, raspar el camino en esta temporada, sería “casi como tirar el dinero a la basura”.
“Está retirado y tenemos una sola máquina que hay que mandar o rentar un tráiler que la lleve y la deje allá”, dijo el alcalde de Pitiquito, “a corto plazo, en 10 o 15 días, no hay plan de ir, pero voy a pedir de favor a la gente que va de Salud y de Puerto Libertad para que me hagan un reporte, para ver qué tan malo está el camino”.
Para poder hacer algo por este tramo, comentó, se requerirían recursos de la Federación. “El único que puede entrar al quite es el gobierno federal, el que tiene dinero, siento yo”, afirmó Ruíz.
Proyecto Puente solicitó información acerca de este tramo carretero a la representación del Gobierno Federal en Sonora, no se obtuvo respuesta.