Los Steelers confían en que el codo derecho de Ben Roethlisberger, reparado por medios quirúrgicos, estará listo a tiempo para la temporada regular de 2020.
De hecho, la confianza de Pittsburgh es tal que no hay planes para buscar a un quarterback experimentado que funja como reemplazo en caso de que el “Big Ben” no se recupere.
“Todas las señales son buenas”, afirmó el gerente general Kevin Colbert el jueves, en referencia al proceso de rehabilitación que sigue el quarterback dos veces ganador del Super Bowl, tras la lesión de codo que lo marginó de la actividad a la mitad de la semana 2 y que lo obligó a perderse el resto de la temporada de 2019.
Sin su estrella, los Steelers finalizaron con una foja de 8-8, en una campaña en que se alternaron el puesto Mason Rudolph, jugador de segundo año, y Devlin Hodgees, novato adquirido como agente libre sin ser reclutado en el draft.
Aunque Colbert consideró que la accidentada temporada de Pittsburgh quedó “por debajo de los estándares fijados”, dio el mérito a la defensiva por dar un paso significativo al frente. Y opinó que el regreso de Roethlisberger debe ayudar a que los Steelers vuelvan a dar pelea en la Conferencia Americana.
Roethlisberger, quien cumple 38 años en marzo, viajará el 21 de febrero a Los Ángeles, para someterse a una evaluación. No hay un cronograma definido sobre cuándo recibirá el alta para lanzar de nuevo el balón, pero Colbert enfatizó que “en un escenario optimista, él está en camino de volver y quizás de volver como un mejor Ben Roethlisberger del que era antes de la lesión”.
Pittsburgh anotó 20 puntos o menos en siete de sus últimos ocho partidos, y logró apenas 30 unidades en forma combinada durante una racha de tres duelos que puso fin a la campaña. Esa seguidilla dejó fuera a los Steelers de la contienda por un boleto de postemporada.
Información de AP