El expresidente de México, Felipe Calderón, defendió con firmeza la estrategia de seguridad que implementó durante su sexenio, la cual dio origen a la guerra contra el narcotráfico. Durante la presentación de su libro titulado “Decisiones difíciles”, Calderón reiteró que, de haberse mantenido las políticas de seguridad de su administración, el país habría resuelto el problema de la inseguridad que aún persiste.
En su intervención, el exmandatario explicó que en los últimos dos años de su gobierno, los homicidios disminuyeron en un 25%. Aseguró que esta tendencia continuó durante el inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, advirtió que a partir de 2015 los homicidios repuntaron, lo que atribuyó al abandono de las estrategias implementadas en su administración.
“En 2011, en los últimos dos años de mi gobierno, los homicidios bajaron más o menos un 25%. Y esa tendencia siguió los dos años siguientes en el gobierno del presidente Peña Nieto. Pero en 2015 volvió a repuntar. ¿Por qué? Porque abandonaron ese esfuerzo (…) Si se hubiera seguido con ese esfuerzo de reconstrucción institucional, México ya se hubiera liberado de este tema”, afirmó Calderón.
El ex presidente también criticó de manera tajante la estrategia de seguridad implementada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, conocida como “abrazos, no balazos”, a la que consideró como un factor que agudizó la violencia en el país. Según Calderón, este enfoque permitió que las organizaciones del crimen organizado tomaran el control de pueblos y ciudades, generando una escalada de violencia que sigue afectando a diversas regiones de la República.
“Se dejó esa estrategia de ‘abrazos, no balazos’, que es seguir la tesis de que ‘mejor no te metas con ellos y déjalos y se arreglan’. Pues van apoderándose de pueblos y ciudades, ¿no?”, manifestó Calderón, refiriéndose al poder que las organizaciones criminales han ganado bajo dicha política.
Finalmente, el ex panista expresó su esperanza de que el gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum tome un nuevo rumbo en materia de seguridad. Calderón señaló que confía en que la futura presidenta convocará a una política de Estado que una a los mexicanos contra lo que considera el verdadero enemigo del país: el crimen organizado.
“Espero que la nueva presidenta pueda convocar a una política de Estado que una a los mexicanos contra el verdadero enemigo de México, que es el crimen organizado”, concluyó.
La crítica de Calderón refleja la división en el país sobre cómo abordar la creciente violencia y el narcotráfico, un problema que sigue siendo uno de los más grandes retos para las autoridades mexicanas.