El riesgo de olas de calor mortales será más frecuente y aumentará la mortalidad relacionado con el calor. Europa se verá especialmente afectada, revela un nuevo estudio de ETH Zurich.
Las olas de calor como las que hemos experimentando actualmente son particularmente mortales para los ancianos, los enfermos y los pobres.
La ola de calor en Europa de 2003, que hizo que las temperaturas en este continente alcanzaran los 47.5°C, fue uno de los peores desastres naturales de las últimas décadas y se cobró entre 45 mil y 70 mil víctimas en el espacio de unas pocas semanas.
Los bosques se quemaron, las cosechas se marchitaron en los campos y las salas de emergencia de las ciudades estaban llenas al máximo.
A nivel mundial, los costos ascendieron a unos 13 mil millones de dólares estadounidenses. Sin embargo, el público sigue siendo menos consciente de los riesgos de las olas de calor que de otros extremos relacionados con el clima.
Esto es un problema, como señala el nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications.
Olas de calor como la que vimos en 2003 podrían convertirse en la nueva norma en los próximos años.