Ciudad de México.- Después de que se dijera que al actor Sebastián Ligarde se le detectó un tumor en el colon, el protagonista de la telenovela Quinceañera confirmó la noticia de que padece cáncer en una entrevista que hizo con el programa De Primera Mano.
“A partir de los 60 años de edad todos los seres humanos debemos tener muchísima cautela con todo lo que hacemos con nuestro cuerpo, estarlo checando”, mencionó.
Agregó que fue por una colonoscopía que se hizo de rutina, sin tener algún síntoma, fue que le encontraron dos tumores, uno de 10 milímetros y otro de 33 milímetros.
“Cuando salí de ahí, el doctor me dijo: ‘Tienes una pelota de golf adentro de tu colon que yo no pude sacar porque la mitad está unida al tejido y la otra mitad tiene como un cuello’, entonces no la pudo quitar. (…) La otra, de 10 milímetros, la sacó en ese momento”, mencionó.
Agregó que lleva cuatro meses consultando diferentes especialistas para saber cuál será el procedimiento a seguir “para remover esa masa un poquito grande que tengo en el colon. (…) Estamos luchando con esta otra, que Dios mediante yo creo para noviembre sale de mí”.
Se le cuestionó si este tumor es benigno o maligno, a lo que Ligarde contestó: “Ahorita tengo entendido que es benigno, pero hay resultados encontrados y ese ha sido el problema de los cuatro meses: en un reporte dice una cosa, en otro dice otra cosa, no concuerdan los reportes”.
“Todavía estoy lidiando con la burocracia del sistema de salud para poder salir de esta cirugía, si es que va a ser así, porque tengo entendido que posiblemente intenten de nuevo a través de una colonoscopia removerla, y si no va a tener que ser en el quirófano”, mencionó.
Entre lágrimas, el actor afirmó que hay una lección para aprender, en este caso aseguró que lo que “vemos como desgracias, son bendiciones, porque no sabemos qué tenemos mañana. Todas las cosas que antes me preocupaban o me dolían, ahora las abrazo porque significan que estoy vivo”, reconoció.
Invitó a sus seguidores a dar gracias a Dios por tener la oportunidad de amanecer en compañía de sus seres queridos y de tener la fuerza de hacer las cosas, aunque no les gusten.
“Aunque me duela levantarme de la cama a veces, hay que hacerlo, porque la fecha de caducidad existe y no sabemos cuándo va a ser, si va a ser mañana o en un año. Esa ha sido la lección más grande aprendida en estos cuatro meses, agradecerle a la vida todos sus momentos”, reconoció.