¿Una utopía mexicana?
Segunda de cuatro partes
México no puede seguir siendo el país de la impunidad. Se necesita un sistema de justicia jurisdiccional independiente y confiable.
Nuestra gran catástrofe es un país en donde nadie rinde cuentas; la justicia tiene grandes déficits, y la mayoría de los políticos puede hacer lo que se les antoja, sin temor más que al ridículo, la exhibición y el linchamiento porque, por supuesto, todos ellos niegan “categóricamente” haber participado en actos de corrupción.
¿En salud pública? De repente la naturaleza se cruza por el sinuoso camino. Un shock nacional. Olvidamos que la única manera de vencerla es obedeciéndola. Una catástrofe global de salud por la covid-19, que en la tercera semana de agosto de 2020 alcanzó la cifra del escenario denominado “catastrofista” por el subsecretario Hugo López-Gatell, cerca de setenta mil muertos y contando, de acuerdo con los números oficiales.
¿En seguridad pública? La inseguridad constituye uno de los grandes problemas de dos formas: la inseguridad de la población, por el aumento de los delitos, y el auge del narcotráfico, por la incorporación de México a la ruta de la cocaína proveniente de Colombia con destino a Estados Unidos. Se manifiesta diariamente en una creciente violencia, enfrentamientos entre organizaciones criminales y entre éstas y las fuerzas de seguridad. Aunque no puede hablarse de “Estado fallido”, las estructuras de seguridad, inteligencia y justicia se encuentran sobrepasadas y corrompidas, y es necesario encarar prontamente su reforma si se quiere enfrentar el problema.
Las nuevas amenazas representan un grave riesgo para la gobernabilidad y la democracia. Por la debilidad de las estructuras institucionales, es cada vez más frecuente emplear a las fuerzas armadas para enfrentarlas. Se evidencia en el combate de la delincuencia, el narcotráfico, los desastres naturales y los problemas ambientales. Ello obstaculiza la evolución “normal” de las estructuras civiles del Estado y prolonga el poder político de los militares. Las fuerzas armadas contrastan con las de la gran mayoría de los países del hemisferio debido a la ausencia de una reforma democrática.
Por ello, la reforma del Estado debería incluir un esfuerzo por profesionalizar y dotar de recursos a los cuerpos policiales, las estructuras de inteligencia, los sistemas de procuración e impartición de justicia, de política penitenciaria y de prevención civil, de modo que las fuerzas militares sean sólo un recurso extremo.
¿En economía? México cuenta con millones de empresarios que luchan de sol a sol para construir un futuro, pero nunca acaban de crecer y consolidarse del todo: la formalización es tan onerosa, requerimientos regulatorios y fiscales con frecuencia insalvables, que nunca llegan. Lo importante es tener un gobierno competente que cree condiciones para la prosperidad compartida solidariamente. Ningún gobierno o gobernante puede él solo conducir a un país hacia el crecimiento, el desarrollo, la prosperidad y la justicia social. Se deben incorporar a los grandes proyectos el talento, capital, capacidad de realización, eficiencia, recursos humanos y materiales, que aporta la empresa privada en toda sociedad moderna.
Por otro lado, cabe esperar que los empresarios nacionales recojan la mano tendida por el Ejecutivo federal, depongan las mezquindades y el ánimo de golpeteo político que ha caracterizado a una fracción y se sumen sin reservas a los ingentes esfuerzos por impulsar la recuperación; los sectores más desfavorecidos son y deben ser la prioridad de toda política de crecimiento.
México ha vuelto a ser el principal socio comercial de Estados Unidos desde el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Lo dejan ver los datos de la Oficina del Censo estadounidense: el comercio total (exportaciones e importaciones) entre México y Estados Unidos ascendió a 290 628 millones de dólares entre enero y julio, cifra superior al comercio total que registró Estados Unidos con Canadá (288 mil millones de dólares) y con China (280 mil millones de dólares).
Presupuesto del año 2021. El 29 de agosto del 2020, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, advirtió que México enfrentará la peor crisis económica que ha vivido desde 1932 y el fin de los “guardaditos” para el 2021, fundamentalmente en fideicomisos, que no estarán disponibles, y que el presupuesto estará en los niveles de dos años atrás.
“Lo que estamos viviendo ahorita, y lo vamos a seguir por los próximos meses —dijo—, son las crisis sanitaria y económica más serias del último siglo”, en encuentro con los diputados de Morena. “Las condiciones económicas van a ser mejores, pero con menos espacio para poder tener amortiguadores”, aseguró.
Reconoció que el efecto económico por la epidemia de covid-19 fue “brutal” —se espera que cierre el año con una caída del PIB del 7.4% en promedio— y pidió comprensión en la discusión del siguiente presupuesto de egresos —“muy cuidadoso, muy prudente, muy responsable, y que va a requerir la comprensión y la solidaridad de muchos”, advirtió.
Para los partidarios de Morena, hasta el anterior régimen, el carácter dinámico de la corrupción aumentó sus efectos. La vinculación con grandes negocios internacionales, el lavado de dinero y el acercamiento de la política al tráfico de drogas la expandieron. El nuevo gobierno intenta combatirla con éxitos tempraneros.
El Barómetro Global de la Corrupción consideró que en el 2019 había disminuido. Sin embargo, una de cada tres personas tuvo que pagar un soborno para acceder a un servicio público.
Según Transparencia Internacional, el año pasado se logró remontar ocho lugares y mejorar la imagen.
Un estudio reciente de Fernando Nieto (COLMEX) y de Jesús Cantú (Tecnológico de Monterrey) identificó los factores que facilitan la corrupción: debilidad institucional, tolerancia social, falta de contrapesos políticos, debilidad del sistema de rendición de cuentas e impunidad. El combate a la corrupción cada vez más reclamará mayores resultados.
Víspera del segundo Informe de Gobierno. La actual administración llega en medio de la mayor crisis en casi un siglo, con graves impactos en los niveles de empleo, en los ingresos de los hogares y en la actividad empresarial. Este 2020 ha sido muy complicado en todos los sentidos; el gobierno está consciente y deberá tomar las medidas adecuadas.
“Vamos a dar detalles de cómo estamos enfrentando esta doble crisis, la sanitaria y la económica, y consideramos que, a pesar de los pesares, vamos bien en la atención de las dos crisis”, dijo el presidente en la víspera.
Señaló que en materia económica nos estamos recuperando y se cumplió el pronóstico de que íbamos a caer y nos íbamos a levantar, en forma de ‘V’. “Nuestros adversarios decían que iba a ser una ‘L’, que íbamos a caer y a seguir abajo; pues ya no fue así afortunadamente, ya tenemos indicadores que demuestran que estamos saliendo de la crisis económica”, añadió.
El presidente destacó que en agosto se detuvo la caída de empleo formal y que en ese mes se recuperaron 90 mil de las plazas perdidas.
Diagnóstico negativo. Los analistas difieren de este pronóstico y temen una lenta recuperación; para el 2020 esperan una caída del 9.9 % en el PIB y un avance del 3.5% en el 2021. Para ellos es una buena oportunidad para que el presidente haga una lectura correcta de la situación actual y presente un panorama a futuro.
“Esta economía se va a recuperar a un ritmo pausado y gradual”, señaló Joel Virgen, economista en jefe para México de BNP Paribas, y que es de las que más ha sufrido el choque económico en el mundo, puesto que México ha sido de los países que han dado menos estímulos fiscales para mitigar el impacto de la pandemia. Consideró que en el Informe podría darse a conocer un trabajo conjunto con la iniciativa privada para apaciguar el clima de incertidumbre entre los inversionistas.
“Hoy estamos pagando las consecuencias de no haber actuado a tiempo con una fuerte caída, era inevitable, se ha transformado en la peor desde 1932”, afirmó Carlos Ramírez, consultor de Integralia, y que el no haber tenido una postura flexible por parte de las autoridades fiscales para proteger a las empresas y los empleos derivará en un sexenio perdido.
“La principal causa de dos años con crecimiento negativo tiene que ver principalmente con la falta de confianza, no respetar el Estado de derecho, además la inseguridad que hay en el país es alta”, señaló Ernesto O’Farril, presidente de Bursamétrica.
Carlos González, director de análisis y estrategia bursátil de Monex, destacó que la vulnerabilidad del Estado de derecho ha mermado la recuperación económica; que uno de los factores de riesgo que sigue latente es PEMEX: no se le ve forma de salir adelante sin el apoyo de la iniciativa privada y pone en riesgo la calificación crediticia y la pérdida del grado de inversión.
En el segundo trimestre del 2020, el PIB registró una caída histórica del 18.7%; se han perdido un millón 118 mil empleos formales en los últimos cinco meses, y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) estima que en este año el número de pobres se elevará hasta en 9.8 millones. El Banco de México (BANXICO) informó que el crédito al consumo registró su mayor caída en 19 años.
En junio, diversos indicadores registraron un crecimiento mensual, y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que en la industria maquiladora el personal ocupado subió en un 0.3% y una cifra similar en otros sectores económicos básicos.
Mensaje del segundo Informe de Gobierno. En la sobria ceremonia en el patio del Palacio Nacional (construido en 1522) sólo se contó con 70 invitados, debido a las medidas de salud, y la asistencia de los medios de comunicación fue limitada.
El presidente exhibió un singular lenguaje corporal y un semblante adusto, “cansado, envejecido, ligeramente calvo y con un rictus de boca cada vez más pronunciado, como de un hombre que ha luchado mucho” (lo describió una aguda observadora). Quizá por la ausencia notoria, por la silla vacía, del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ministro Arturo Saldívar, que le produjo la expresión: “En otro tiempo eso no pasaba. Porque ellos tienen la arrogancia de sentirse libres. Éste es el cambio, ésta es la transformación”. ¿Y la presidenta del H. Congreso General de la Unión, diputada Laura Rojas? Al parecer no la invitaron.
“Fui de los primeros en sostener que el principal problema de México era la corrupción, ahora no tengo la menor duda”; aseguró que ya se acabó la robadera de los de arriba, pero que todavía falta desterrar el bandidaje.
“Este Gobierno no será recordado por corrupto. Nuestro principal legado será purificar la vida pública de México”, afirmó.
Al asegurar que se acabaron los tiempos en que el Poder Ejecutivo era el poder de poderes, hizo notar la ausencia de Arturo Zaldívar y del fiscal Alejandro Gertz Manero, quienes a pesar de que habían sido invitados, no acudieron, por lo que el presidente comentó que “en otros tiempos eso no pasaba” y que estos órganos del poder judicial tienen la arrogancia de sentirse libres y son ejemplo de la transformación que se vive en el país.
“Ahora, a siete de cada diez familias les llega al menos uno de los programas sociales; por el bien de todos, primero se rescata al pueblo.”
“Hemos ahorrado quinientos sesenta mil millones de pesos. No es para presumir, pero en el peor momento, tenemos al mejor presidente y al mejor gobierno, encabezado por hombres y mujeres honestas y de principios.”
Citó al filósofo y padre de la economía, Adam Smith: “[…] los hombres por naturaleza se interesan por el bienestar de otros y hace que la felicidad de los demás resulte necesaria, pues es un inmenso placer contemplarla.”
“Hemos decidido —reiteró— cuidar el medio ambiente como nunca lo hicieron gobiernos anteriores; aplicando la reforestación más importante del mundo, sembrando mil cien millones de árboles frutales y maderables.”
“Esperamos empezar a aplicar la vacuna, a más tardar, a principios del año próximo, de manera universal y gratuita.”
“Ahora todos los apoyos se aplican de manera directa para reactivar la economía de abajo hacia arriba.”
“Vamos viento en popa” en la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya e infraestructura en el Istmo.”
“En materia de seguridad, todos los delitos han disminuido. Para finales de 2021 habrá doscientos cuarenta y ocho cuarteles de la Guardia Nacional, ya hay setenta y nueve, en proceso están treinta y cuatro y por iniciarse ciento treinta y cinco más”; “ya no manda la delincuencia organizada, ya no hay torturas, desapariciones ni masacres, se respetan los derechos humanos y se castiga al culpable”. “Ya no hay en el Gobierno más Garcías Lunas”, presume.
“Desde Madero nunca un presidente había sido tan atacado como ahora, los conservadores están enojados. La represión política ha quedado en el pasado. Estamos logrando la 4T de manera pacífica.”
Aseguró que promueve el arte y todas las expresiones culturales, y que preparan la conmemoración, para 2021, de los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, 500 de la conquista y 200 de la culminación de la independencia.
Tras reiterar que no es partidario de enjuiciar a los expresidentes, dijo que aceptará el resultado de la consulta ciudadana que se plantea hacer sobre el tema.
“Mantenemos buenas relaciones con todos los pueblos y gobiernos del mundo. En materia de política exterior, nos apegamos a los principios constitucionales de no intervención.”
Héctor Rodríguez Espinoza
*Prólogo a la edición mexicana del libro El combate mundial contra la corrupción y la impunidad, y el Estado de derecho. Necesidad de implementar la Convención de Naciones Unidas contra la corrupción, Editorial Porrúa, 2021.
