(1ª parte)
Por José Arturo Rodríguez Obregón
El pasado 16 de septiembre inició un nuevo periodo de gobierno municipal en Hermosillo, una muy buena oportunidad para revisar algunas de sus instituciones y proponer reformas orientadas a mejorar su desempeño y sus resultados.
Durante la campaña electoral, quienes contendieron por la Presidencia Municipal manifestaron su interés por la participación ciudadana en el ejercicio del gobierno, y se comprometieron a impulsarla para obtener mejores resultados, para enriquecer la democracia, y para recuperar la confianza de la ciudadanía en el gobierno. Ya como presidente municipal, el Maestro Antonio Astiazarán Gutiérrez expresó su intención de cumplir con ese compromiso, haciendo énfasis en la recuperación de la confianza ciudadana en el Gobierno. En cientos de municipios del país, incluido Hermosillo, se presenta un importante déficit de confianza ciudadana en sus gobiernos municipales, tal y como lo revela la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2019 (ENCIG), en su edición 2019, realizada por INEGI (https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/encig/2019/doc/encig2019_principales_resultados.pdf).
Para el caso específico de Hermosillo, en el Informe de indicadores 2021, elaborado por la organización Hermosillo ¿Cómo Vamos? (https://hermosillocomovamos.org/), y que incluye los resultados de una encuesta de percepción ciudadana que se aplicó durante el mes de noviembre del año 2020, también encontramos resultados negativos en cuanto a la percepción ciudadana en ése y otros indicadores del gobierno municipal, como lo podemos ver en la siguiente gráfica:
Ahora bien, en lo que respecta a la percepción de la ciudadanía en relación a su participación en el ejercicio gubernamental, el mismo informe de indicadores nos muestra de nuevo resultados negativos en las respuestas que dieron los ciudadanos:
Cómo podemos darnos cuenta con la información de las gráficas, el Gobierno Municipal tiene importantes retos para obtener resultados satisfactorios para los hermosillenses, y que le permitan mejorar la confianza ciudadana, y promover la participación ciudadana en las decisiones del gobierno, a través de los diversos mecanismos de participación ciudadana que reconoce la ley estatal de la materia, como son el plebiscito, la consulta vecinal, el presupuesto participativo, y los comités de participación ciudadana, es una vía necesaria para obtener esos resultados, eso sí, siempre y cuando el gobierno fomente una participación auténtica y con la información adecuada para que la ciudadanía tome las mejores decisiones para el interés público del municipio o de sus colonias.
Pero es muy importante que ese ejercicio de participación ciudadana se lleve a cabo en las decisiones trascendentales para el municipio y sus habitantes, como son las concesiones de servicios públicos y la venta de bienes inmuebles propiedad del municipio que tengan un uso deportivo, cultural, y ambiental, o que puedan tenerlo. Excluir la participación ciudadana de esas decisiones trascendentales para el municipio, y que por lo general involucran proyectos muy opacos y propensos a la corrupción, no permitiría mejorar la prevención y el combate a la corrupción, ni la transparencia. Los procesos decisorios gubernamentales en asuntos de suma importancia para el municipio y su población que se llevan a cabo al margen de la participación ciudadana, del análisis y de la discusión pública, están propensos a la corrupción y ahondan la desconfianza de la ciudadanía hacia sus gobernantes.
Ante el elevado riesgo de corrupción que existe en la concesión de los servicios públicos municipales, que de presentarse provocaría un enorme daño financiero para el municipio, experiencia que ya tuvimos en Hermosillo con la concesión del servicio de alumbrado público, y por el daño irreparable en la infraestructura deportiva, cultural, ambiental y de recreación, que ocasionaría la venta de los bienes inmuebles propiedad del municipio que tengan o puedan tener ese uso, sería muy conveniente que el Congreso local lleve a cabo una reforma constitucional para que ante cualquier intento de los ayuntamientos de los municipios del estado, incluido el de Hermosillo, de concesionar un servicio público o de vender esos bienes inmuebles, sea obligatorio el plebiscito, mecanismo de consulta ciudadana con efectos vinculantes para el gobierno, sin necesidad de que lo solicite el presidente municipal, los regidores, o la ciudadanía. Con esta disposición, los gobiernos municipales que pretendan concesionar un servicio público o vender esos bienes inmuebles, se verán en la necesidad de presentar propuestas o proyectos muy bien justificados por el interés público, y con una relación costo-beneficio conveniente para el municipio, pues de no hacerlo así, perderían el plebiscito. Con la participación ciudadana a través del plebiscito se reduce considerablemente el riesgo de corrupción, y se mejora la transparencia y la democracia municipal.
En la segunda parte del artículo analizaremos otras instituciones del gobierno y de la administración pública municipal, que también son muy importantes en el desempeño y los resultados del Gobierno.
*El autor es Maestro en Administración Pública Estatal y Municipal por la Universidad Autónoma de Querétaro, y profesor jubilado de la Universidad de Sonora. Forma parte del Comité Técnico de Hermosillo ¿Cómo Vamos?
