Hermosillo, Sonora.- El confinamiento por el covid-19 no los detuvo. Con un poco de equipo prestado o propio, convirtieron sus casas en gimnasios improvisados. Durante meses, entrenaron con lo que tenían y, cuando la pandemia lo permitió, regresaron poco a poco a sus actividades en los centros de entrenamiento y alto rendimiento.
Hoy están a unas semanas de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio, después de posponer las competencias un año. Aunque la lista podría alargarse próximamente, los sonorenses Alejandra Valencia, Tonatiú López y Édgar Fuentes son los primeros clasificados y serán parte del equipo mexicano.
Édgar Ulises Fuentes, lanzador adaptado de jabalina, llevaba una racha en ascenso: cuando rompió el récord del mundo con 31.90 metros en su categoría -Silla de Ruedas,y clasificación (F54)- su pase a Tokio estaba prácticamente asegurado. Solo era cuestión de tiempo.
“Llega 2020 y nos topamos con la sorpresa de la pandemia”, dijo el deportista. “Nos detuvimos por completo, sin hacer nada, no podíamos. Fue un poquito difícil de sobrellevar los primeros meses, porque el acondicionamiento, las rutinas, todo se vino abajo, toda la preparación que teníamos de antes, nos la quitaron de tajada. No quedó más que aguantar encerrados”.
Después de dos meses de confinamiento sin tener mucha idea de qué hacer, más allá de salir a rodar a la calle para mantenerse activo, la Comisión del Deporte del Estado de Sonora (Codeson) le prestó algunas barras, discos y mancuernas para entrenar en casa.
Desde la reapertura de los centros de entrenamiento en la última parte de 2020, Édgar se ha exigido mucho más. Ahora entrena de ocho a 10 horas diarias.
“Dormir es mi segunda pasión”, bromea. Es lo que hace cuando no está concentrado en el deporte y en salir con sus amigos a cenar.
“Es mucha presión, porque tienes trabajando desde años atrás para estar ahí”, continuó, “la responsabilidad que tenemos con uno mismo, con la familia, con el entrenador, con el terapeuta de dar un buen resultado, para hacer notar el buen trabajo que hemos hecho todos juntos. Es mucha presión, pero con toda la fe, porque para eso estamos trabajando: vamos con todo, esperando lo mejor, no nos quedamos con clasificar, vamos por la medalla”.
Alejandra Valencia
Aunque en 2020 pudimos hablar con la arquera Alejandra Valencia sobre su experiencia en la pandemia, fue imposible contactarla en esta ocasión. Sin embargo, sus resultados hablan por ella: aunque ya había clasificado individualmente desde 2019, ha estado en Francia durante las últimas semanas de junio, donde logró clasificar con su equipo -Aída Román y Ana Paula Vázquez- para participar en Tokio, Japón. Juntas, son campeonas de la Copa Mundial de Tiro con Arco.
Durante varios meses del año pasado, Alejandra entrenó en un terreno campestre de su familia en Hermosillo. Allí, entre los mezquites del monte, tenía los 70 metros que necesitaba para practicar su tiro. Al amanecer, se colocaba su característico ‘bucket hat’ en la cabeza y salía al patio a entrenar, antes de que el sol le ardiera en la piel.
“Mi entrenador se reunió con la federación para saber si la selección se quedaría como estaba y sí, cada quien va a seguir entrenando como lo hemos estado haciendo y yo me voy a quedar con el boleto que ya me había ganado. El lugar que ya tenía mi nombre, se va a quedar a mi nombre”, afirmó la deportista en julio de 2020. Y así sucedió.
El atleta
Tonatiú López estaba en un campamento de entrenamiento en Puebla la primera vez que escuchó la palabra “pandemia”. Era febrero de 2020 y, desde entonces, sintió que los Juegos Olímpicos se suspenderían. Con el paso de las semanas, se cancelaron una tras otra las competencias de atletismo planeadas, hasta que tuvo que regresar a casa, en Hermosillo.
“En casa seguía entrenando normal”, narró el atleta, “conseguí una caminadora, equipo de pesas y todo eso para acercarme, lo más apegado, al entrenamiento. Estuvo gacho porque, primero, el entrenador no sabía que iba a pasar, como no había pista, no dejaban salir y no sabíamos que iba para tan largo, conseguí una bicicleta estática, la tuve que comprar y con eso entrenaba, compré ligas de resistencia, pelotas medicinales… todo muy básico al principio”.
Pero luego las exigencias fueron mayores y la pandemia no terminaba. Así que buscó una caminadora para rentar, pero no había y comprarla era demasiado caro.
“Un excompañero mío de atletismo me dijo de un gimnasio que rentaba y con eso: eran 500 pesos semanales, estaba carito, pero ni modo… tenía que entrenar y eso estuve haciendo”, explicó.
También tenía la oportunidad de salir a trotar a un terreno campestre de su familia, fuera de Hermosillo, pero tuvo que luchar incluso contra las restricciones de movilidad en la ciudad, por lo que tenía que entrenar bajo el sol y desocuparse antes de las 6:00 de la tarde para regresar a casa.
Afortunadamente, la Comisión del Deporte del Estado de Sonora (Codeson), comenzó a habilitar algunas áreas del Centro de Usos Múltiples (CUM), para continuar con los entrenamientos.
“Y bueno, dentro de lo malo, lo bueno: ahorita tengo un año más de entrenamiento, me está yendo muy bien. Todo pasa por algo y, que se haya retrasado, para mí me quedó muy bien”, agregó el atleta, “y estoy seguro de que nos va a ir bien allá”.
Tonatiú ya tenía una marca desde 2019 con la que había asegurado prácticamente su boleto a Tokio. Pero quería mejorar. Intento tras intento, este 2021 se superó a sí mismo y ahora, después de estar en el Campeonato Nacional de Atletismo, está clasificado para los Juegos Olímpicos en la prueba de 800 metros.
“La verdad, estoy muy contento de poder ir”, dijo, “y más que en representación de México o Sonora, estoy contento de por fin poder ir. Tanto el estado como Conade me han apoyado bastante. En primera, creo que prometer medallas no es muy buena idea para ningún deportista, y ahorita lo que nosotros estamos buscando es mejorar nuestra marca: buscamos el 01:43”.
Cierre de instalaciones
Gabriel Tapia, director general de la Comisión del Deporte del Estado de Sonora (Codeson), recordó que, al inicio de la pandemia, se tomó la decisión de cerrar las instalaciones deportivas y de alto rendimiento, por lo que tanto entrenadores como deportistas se organizaron para entrenar de forma virtual y otorgarles el equipo necesario.
Conforme el Semáforo de Riesgo Epidemiológico lo permitió, a partir del cuarto trimestre de 2020, se comenzó a habilitar las instalaciones y comenzaron los eventos nacionales e internacionales.
“Todos los atletas con posibilidades de Juegos Olímpicos están becados por Codeson. tienen una beca mensual dependiendo de la prioridad que tenga cada quien, ellos comenzaron a salir a campamentos donde se les apoyó con avión, hospedaje, alimentación y atención médica”.
Y agregó: “Empezaron a evolucionar muy rápido, a competir en sus diferentes ramas para dar marcas o ranking. Aparte de ellos tres, había 9 atletas con posibilidades de ir Tokio. En paratletismo, hay 13 todavía. Édgar ya tiene su pase, solo falta que se haga oficial, porque él tiene el récord mundial de 2018, que le va a servir para ir. Esperamos traer mejores resultados y, como es conocido, que la ‘Ola Roja’ siga siendo orgullo para México”.