Los senadores de Estados Unidos acordaron este sábado omitir el testimonio de testigos y proseguir el juicio político del expresidente Donald Trump, como estaba planeado.
El acuerdo de última hora evitó un juicio prolongado y estableció que momentos más tarde se escucharán los argumentos de cierre de ambas partes.
Momentos antes, el juicio había caído en la confusión, luego de que los legisladores votaron para considerar la posibilidad de escuchar testigos, un paso que podría haber extendido el procedimiento y retrasado la votación sobre si el expresidente incitó al letal asalto del Capitolio.
Apenas un mes después del asalto que causó cinco muertos, los argumentos finales del histórico proceso al expresidente estaban listos para cuando los senadores se reunieran en una sesión inusual en sábado, todo bajo la supervisión de la Guardia Nacional, que sigue custodiando el edificio emblemático.
La confusión sobre los próximos pasos a seguir hizo que los procedimientos se detuvieran abruptamente.
Los senadores se apiñaron en la cámara alta mientras los líderes hablaban con los empleados en el estrado.
Los juicios políticos son raros y las reglas se negocian para cada uno desde el principio.
Para el juicio a Trump, el acuerdo decía que si los senadores accedían a escuchar testigos se permitirían votos para escuchar testimonios adicionales, pero no estaba claro si habría apoyo en el Senado, que está dividido en partes iguales en cuanto a la propuesta de llamar a testigos.
La pelea de último minuto sobre los testigos siguió a las revelaciones de una legisladora republicana sobre una acalorada llamada telefónica el día del motín, que según los demócratas demostraba la indiferencia de Trump hacia la violencia.
Aunque es poco probable que el Senado alcance los dos tercios de votos que necesita para condenar a Trump, varios senadores parecían estar decidiendo aun su voto.
Muchos republicanos que representan a estados donde Trump sigue siendo popular dudan de si fue totalmente responsable o de si el juicio político era la respuesta adecuada.
Los demócratas parecen estar casi unidos para una condena.
Se espera que el resultado del rápido, crudo y emocional proceso refleje una nación dividida sobre el exmandatario y sobre el futuro de su marca en la política estadounidense.
Se espera que Trump sea absuelto en un Senado dividido al 50%, un veredicto que podría tener un importante impacto no sólo en su carrera política sino en la de los senadores que prometieron impartir una justicia imparcial como jurados al emitir su voto.
El acuerdo de última hora evitó un juicio prolongado y estableció que momentos más tarde se escucharán los argumentos de cierre de ambas partes.
Momentos antes, el juicio había caído en la confusión, luego de que los legisladores votaron para considerar la posibilidad de escuchar testigos, un paso que podría haber extendido el procedimiento y retrasado la votación sobre si el expresidente incitó al letal asalto del Capitolio.
Apenas un mes después del asalto que causó cinco muertos, los argumentos finales del histórico proceso al expresidente estaban listos para cuando los senadores se reunieran en una sesión inusual en sábado, todo bajo la supervisión de la Guardia Nacional, que sigue custodiando el edificio emblemático.
La confusión sobre los próximos pasos a seguir hizo que los procedimientos se detuvieran abruptamente.
Los senadores se apiñaron en la cámara alta mientras los líderes hablaban con los empleados en el estrado.
Los juicios políticos son raros y las reglas se negocian para cada uno desde el principio.
Para el juicio a Trump, el acuerdo decía que si los senadores accedían a escuchar testigos se permitirían votos para escuchar testimonios adicionales, pero no estaba claro si habría apoyo en el Senado, que está dividido en partes iguales en cuanto a la propuesta de llamar a testigos.
La pelea de último minuto sobre los testigos siguió a las revelaciones de una legisladora republicana sobre una acalorada llamada telefónica el día del motín, que según los demócratas demostraba la indiferencia de Trump hacia la violencia.
Aunque es poco probable que el Senado alcance los dos tercios de votos que necesita para condenar a Trump, varios senadores parecían estar decidiendo aun su voto.
Muchos republicanos que representan a estados donde Trump sigue siendo popular dudan de si fue totalmente responsable o de si el juicio político era la respuesta adecuada.
Los demócratas parecen estar casi unidos para una condena.
Se espera que el resultado del rápido, crudo y emocional proceso refleje una nación dividida sobre el exmandatario y sobre el futuro de su marca en la política estadounidense.
Se espera que Trump sea absuelto en un Senado dividido al 50%, un veredicto que podría tener un importante impacto no sólo en su carrera política sino en la de los senadores que prometieron impartir una justicia imparcial como jurados al emitir su voto.