-Anuncio-
miércoles, julio 16, 2025

Hombre corre 7 días, de su casa en Washington a Scranton, para ver a su abuela de 99 años con covid

Noticias México

Remueven a Rosendo Gómez de fiscalía especial del caso Ayotzinapa; Mauricio Pazarán asume el cargo

Rosendo Gómez Piedra fue removido de su cargo como titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para...

Causa indignación ‘DATO PROTEGIDO’: ciudadana es sancionada y obligada a disculparse por 30 días con diputada tras crítica en redes

Hermosillo, Sonora.– Una ciudadana hermosillense, ama de casa y usuaria activa de redes sociales, fue sancionada por el Tribunal...

Veracruz suma 40 casos de gusano barrenador en ganado, gobierno asegura tenerlo bajo control

El subsecretario de Ganadería de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca de Veracruz, Carlos Manuel Jiménez Díaz,...
-Anuncio-
- Advertisement -

En una oportunidad Corey Cappelloni corrió seis días por el desierto del Sahara en lo que se considera la carrera a pie más dura del mundo. Pero la prueba más larga, exigente y gratificante que corrió en su vida fueron los 350 kilómetros que cubrió para ver a su abuela, quien lidiaba con el coronavirus en una residencia de ancianos.
Cappelloni corrió durante siete días desde su casa en Washington hasta el geriátrico donde vive su abuela Ruth Andres en Scranton, Pensilvania. Llegó el 19 de junio y fue recibido con vítores, banderas y globos violetas, el color preferido de su abuela.
Decenas de empleados del geriátrico Allied Services Skilled Nursing & Rehab Center aplaudieron cuando llegó a la meta. Sin aliento, pero sonriente, apuntó hacia el cuarto piso, a la habitación de “Nana”. La abuela observó desde la ventana. Afuera había un cartel que decía “Te queremos Corey”.


“Nana, eres una persona fuerte”, le dijo Cappelloni a la abuela a través de un teléfono y de un micrófono. Del otro lado, una enfermera le sostenía el teléfono a la abuela. “Cumplirás 99 años y todavía tienes muchas millas por recorrer”.
No pudo verla en persona por las restricciones que hay por el virus, pero le prometió darle un abrazo pronto.
La “Corrida por Ruth” de Cappelloni recaudó 24 mil dólares a ser usados en la compra de teléfonos y tabletas para ancianos que están aislados por la pandemia, de modo que se puedan comunicar con sus seres queridos.
La iniciativa buscó también concientizar a la gente en relación con las penurias de los residentes y el personal de estos centros médicos, y homenajear a quienes fallecieron, incluido su tío abuelo Charles Gloman, quien murió el 11 de mayo.
A Andres le diagnosticaron el virus a principios de junio. Tenía fiebre y le costaba hablar, al punto de que le tuvieron que dar oxígeno. Cappelloni la llamaba a diario y dijo que la notaba cada vez más asustada.
“No podía ver a la familia ni recibir visitantes”, comentó. “Se deprimió un poco. Sabía que tenía que hacer algo para animarla”.
Al principio le mandó fotos de sus viajes por el mundo. Hasta que su novia, Susan Kamenar, le propuso que corriese para ella.
Fue así que enfiló hacia el norte por calles y senderos, cruzando bosques y zonas residenciales. Kamenar lo siguió en una casa rodante que alquilaron para poder mantener el distanciamiento social al comer y dormir.

Cappelloni se había estado entrenando para un ultramaratón programado para mediados de marzo, del que se retiró por la pandemia. Ya había corrido otro en diciembre en Perú, de modo que todavía estaba en forma.
Los ultramaratones son pruebas más largas que los maratones, generalmente de 50, 80, 100 o 160 kilómetros (31, 50, 62 y 100 millas).
Si bien en el pasado había completado carreras como el Maratón des Sables, de 251 kilómetros (150 millas) en Marruecos, no sabía si podría completar el equivalente a más de ocho maratones de 42.2 kilómetros.
Arrancó bien e hizo buenos tiempos en los primeros cinco días. Pero en el sexto se fundió. Agotado y adolorido, desaceleró y casi que caminó durante un tramo. Fue por entonces que le llegó un mensaje de texto que le dio fuerzas: Nana se había recuperado por completo.
“Tuvo algunos días muy feos”, dijo Cappelloni en un video difundido por las redes sociales. “Pero dio batalla y eso es lo que estoy haciendo yo hoy”.
El atleta contó que Andres lo vio dar sus primeros pasos y a menudo dice que es su segunda madre.
“Decidí hacer esto para demostrarle a mi abuela que la voy a apoyar y que me importa mucho”, dijo Cappelloni. “Ella siempre me apoyó a mí, desde que nací”.

- Advertisement -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

-Anuncio-
-Anuncio-

Más Noticias

Intensas lluvias provocan inundaciones y activan alertas en Nogales

La ciudad fronteriza de Nogales vive este martes una jornada complicada tras registrarse fuertes lluvias que han provocado acumulaciones...

Durazo defiende regionalización de exportación de ganado a EEUU: Sonora tiene estatus de primer nivel, afirma

Hermosillo, Sonora.- El gobernador Alfonso Durazo reiteró su respaldo a la regionalización de la exportación de ganado a Estados...

Ovidio Guzmán deja prisión en Chicago tras declararse culpable; permanece bajo custodia en lugar no revelado

Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, abandonó nuevamente la cárcel metropolitana de Chicago tras su audiencia...

Tráiler se enreda con cables telefónicos y derrumba poste de CFE al norte de Hermosillo

Hermosillo, Sonora.- Un poste de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al norte de Hermosillo fue derrumbado luego de...

Desaparece joven Jesús Villa, joven chofer de app en Hermosillo: ‘levantan’ a uno por semana, denuncian

Hermosillo, Sonora.– Jesús Augusto Villa de 20 años de edad fue privado de la libertad el pasado 12 de...
-Anuncio-