Hermosillo, Sonora.- En Sonora, al menos 133 mil 541 estudiantes se quedarán sin fiesta de graduación este año; pues otro de los efectos que trajo consigo el coronavirus fue la suspensión de todo evento no esencial, como estas celebraciones.
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La graduación es uno de los momentos más importantes para los alumnos; después de años de dedicarse al estudio, de tareas y exámenes, esperan con ansia la fiesta que significa la culminación de una etapa y el inicio de otra.
Sin embargo, este año decenas de miles de estudiantes tuvieron que conformarse con la recepción de certificados y diplomas a domicilio, con la puesta del traje o vestido en el interior de sus casas y con el baile en su imaginación, de cómo pudo haber sido si no se estuviera en medio de una pandemia.
Alrededor de 50 mil 451 alumnos sonorenses están próximos a egresar de primaria a secundaria, 47 mil de secundaria a preparatoria y alrededor de 33 mil estudiantes culminarán sus estudios de bachillerato para ingresar en alguna universidad.
Es cultural y parte de un ritual para estudiantes: sicólogas
Los seres humanos necesitan los rituales como bodas, graduaciones y otro tipo de eventos que marcan una pauta en la vida, señaló Claudia Acevedo, psicóloga, terapeuta y consejera para padres.
“Una fiesta de graduación es un ritual, los seres humanos necesitamos los rituales Nos dan sentido de pertenencia, nos conectan con nuestro ser esencial, con una parte espiritual, nos hacen hacer conciencia de las diferentes etapas de nuestra vida y nos ayudan a que a nivel mental y emocional, cerremos ciclos.
Nos dan fuerza para comenzar un nuevo ciclo, así como hay bodas o rituales de funerales cuando una persona muere. Todos son necesarios para la humanidad, los ha tenido por siempre en todas las culturas”.
Por otro lado la especialista en estudios de juventud, Mariel Montes Castillo, resaltó las graduaciones son una cuestión cultural, no solamente por el lado de los jóvenes o adolescentes sino también por parte de las instituciones educativas.
Dijo que en estas ceremonias se ve alcanzado parte de un objetivo o la parte final de un proyecto educativo; mientras que para los padres de familia lo importante es que sus hijos logren una meta académica, para los alumnos es más importante el evento en sí de la graduación.
“Imagina a un joven que ha sido estimulado para que llegue a una meta y cuando va llegar a ella, se la mueves hacia adelante, es complejo y sí va a generar incertidumbre, ansiedad y crisis en torno a la desmotivación”.
Agregó que “sí puede generar baja autoestima en algunos, se comparan con otras generaciones. Por ejemplo con sus hermanos que sí lo lograron, sin embargo todas estas emociones van a depender de la comunicación dentro de la familia, del por qué no se está logrando la parte festiva, porque la parte del reconocimiento sí la tendrán”.
Es importante dimensionar la importancia de este evento para los estudiantes y no restarle al problema; si bien es cierto que a causa de la pandemia se perdieron vidas y existen otras situaciones graves, también es verdad que cada persona dimensiona sus problemas de acuerdo al contexto en el que se desarrolla.
¿Pero cómo ayudar emocionalmente a quienes están pasando por esta etapa? Claudia Acevedo comentó que una alternativa es realizar un festejo en casa, vestirse para la ocasión y resaltar los momentos importantes del ciclo que está por concluir.
“Si ahorita no se puede tener la típica ceremonia de graduación, hay que darse cuenta que la ceremonia no la hace un salón grande o elegante, eso no es lo que marca en nuestra mente ese cierre de etapa.
En realidad es el momento, es dedicarle el momento, hacerlo consciente. Entonces lo que pueden hacer muchos estudiantes se realizarlo en el plano familiar, con una pequeña ceremonia donde estén celebrando y dándole importancia a ese momento Se puede tener un pastel, puede haber un brindis”:
Mariel Montes Castillo destacó que el mensaje que se da como familia es parte fundamental del proceso: hablar con los hijos, concientizar sobre la necesidad de estar en casa, de ajustarse a las medidas de sanidad para que, llegado el momento de explicar por qué la graduación no es posible, se entienda que es una responsabilidad de la crisis sanitaria.
“Si nosotros empezamos en hacer conciencia para comprender que no está en nuestras manos el evento, los jóvenes lo van a entender porque también tienen muchas bondades a su favor.
Son jóvenes muy reflexivos que entienden lo que sucede en el medio ambiente, entienden lo que sucede en el sector salud y sí es frustrante, pero si estamos ya desarrollando actividades de acompañamiento y de comunicación, no es tan frustrante el hecho de que no tengan un evento masivo”.