La Casa Blanca aseguró que el nuevo petrolero interceptado en el mar Caribe, frente a las costas de Venezuela, operaba como un “buque de bandera falsa” y formaba parte de la llamada “flota fantasma” utilizada para burlar sanciones internacionales y transportar crudo destinado a financiar al Gobierno de Caracas.
“El buque cisterna transportaba petróleo de PDVSA, empresa sancionada. Se trataba de un buque con bandera falsa que operaba como parte de la flota fantasma venezolana para traficar petróleo robado y financiar el régimen narcoterrorista de (Nicolás) Maduro”, escribió en la red social X Anna Kelly, portavoz de la Administración de Donald Trump.

La funcionaria respondió así a versiones publicadas por medios como The New York Times, que señalan que el tanquero Centuries, de bandera panameña, no figura en la lista de embarcaciones sancionadas por Estados Unidos y pertenecería a una petrolera con sede en China, dedicada al traslado de crudo venezolano hacia refinerías asiáticas.
Se trata de la segunda embarcación interceptada en el Caribe por órdenes del presidente Trump. La semana pasada, autoridades estadounidenses incautaron el buque Skipper y confiscaron el petróleo que transportaba. Posteriormente, el mandatario republicano anunció un bloqueo total para impedir la entrada y salida de buques petroleros sancionados por el Gobierno estadounidense.
Trump también afirmó, el pasado miércoles, que Venezuela retiró derechos petroleros a empresas estadounidenses, como parte del deterioro de la relación bilateral.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, difundió un video de la operación, en la que participaron elementos de la Guardia Costera y de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, y aseguró que Washington continuará “persiguiendo el movimiento ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región”.
En los últimos meses, la presión de Estados Unidos sobre el Gobierno de Nicolás Maduro se ha intensificado.
Desde agosto, Washington mantiene un amplio despliegue militar en el marco de una campaña antidrogas, durante la cual ha destruido alrededor de 30 embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico y abatido a más de un centenar de tripulantes, según cifras oficiales.
En respuesta, el Gobierno venezolano rechazó lo ocurrido y calificó la incautación como un “robo y secuestro” de “un nuevo buque privado” que transportaba petróleo venezolano.
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El Ejecutivo de Maduro también tildó la acción de “piratería” y denunció la “desaparición forzada” de la tripulación.
Con información de Milenio
In a pre-dawn action early this morning on Dec. 20, the US Coast Guard with the support of the Department of War apprehended an oil tanker that was last docked in Venezuela.
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) December 20, 2025
The United States will continue to pursue the illicit movement of sanctioned oil that is used to fund… pic.twitter.com/nSZ4mi6axc


