El número de víctimas mortales por la explosión de una pipa de gas ocurrida el pasado 10 de septiembre en la Calzada Ignacio Zaragoza, a la altura del Puente de la Concordia en Iztapalapa, ascendió a 28 personas.
Así lo confirmó este domingo el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Martí Batres, tras anunciar la muerte de un paciente de 36 años que permanecía hospitalizado con quemaduras graves.
“Lamento informar el fallecimiento de un paciente de 36 años de edad que durante estos días fue atendido en el Hospital Regional General Ignacio Zaragoza por quemaduras graves tras los hechos del Puente de la Concordia”, señaló Batres en su cuenta de X, al tiempo que aseguró que el organismo acompaña a la familia del fallecido y les facilitará todos los servicios y apoyos pertinentes.
El ISSSTE precisó que tres personas continúan hospitalizadas: una en el Hospital Regional General Ignacio Zaragoza en estado “muy grave”, otra en el Hospital General de Tláhuac en condición “grave pero estable”, y una más en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, también reportada como “muy grave”.
Entre los casos más delicados se encuentra el de Jazlyn Azulet, una niña de dos años que sobrevivió gracias a la protección de su abuela, Alicia Matías Teodoro, quien murió el 14 de septiembre tras sufrir quemaduras en más del 90 % del cuerpo.
La menor fue trasladada al Shriners Hospitals for Children en Galveston, Texas, donde la fundación Michou y Mau informó que ya fue extubada y se encuentra en estado “crítico-estable”.
La tragedia, provocada cuando un camión cisterna con capacidad de 49 mil 500 litros volcó y explotó, también cobró la vida esta semana del chofer de la unidad, señalado por las autoridades capitalinas de conducir a exceso de velocidad.
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Sin embargo, videos de vigilancia difundidos en medios mexicanos muestran al vehículo a una velocidad moderada, lo que abre dudas sobre la causa del accidente.
Con esta nueva víctima confirmada, la explosión en Iztapalapa se mantiene como uno de los siniestros más mortales en la historia reciente de la Ciudad de México, mientras familiares de heridos y fallecidos continúan exigiendo justicia y claridad en las investigaciones.