Donald Trump, presidente de Estados Unidos, dijo que Los Ángeles estaba siendo invadida por un “enemigo extranjero” y que las protestas contra sus redadas migratorias, a donde ha enviado miles de soldados, buscan “prolongar” esta invasión.
“No permitiremos que los agentes federales sean atacados, y no permitiremos que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero”, dijo Trump a las tropas en Fort Bragg, en Carolina del Norte.
El multimillonario republicano hizo que las tropas abuchearan los nombres del gobernador de California, Gavin Newsom, y del expresidente Joe Biden.

Trump criticó la presencia de banderas extranjeras en las protestas del condado de Los Ángeles (donde se han ondeado en especial la mexicana y varias centroamericanas) y afirmó que ha visto que se han quemado banderas estadounidenses durante los disturbios.
“No han sido quemadas por gente de nuestro país ni por gente que ama a nuestro país. Quienes queman la bandera estadounidense deberían ir a la cárcel por un año”, dijo Trump.
Añadió que su gobierno va a intentar que se castigue con prisión la quema de la insignia nacional y que están “trabajando con algunos senadores” para lograrlo.
Las autoridades californianas han condenado el que Trump haya decidido desplegar 4 mil soldados de la Guardia Nacional y unos 700 marines pese a que las fuerzas de seguridad locales aseguraron que las protestas estaban controladas y lo han acusado de querer escalar la situación.
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El lunes el estado de California demandó a Trump por ejecutar la orden, afirmando que abusó de su autoridad y vulneró la décima enmienda de la Constitución.
Con información de EFE