Por Candelaria González
Ciudad Obregón, Sonora.- Desde hace más de 40 años, Rosa María Chairez aprendió a elaborar piñatas observando a su madre, Esperanza Rodríguez, considerada pionera de esta actividad en Ciudad Obregón, por lo que afirma es un legado que conserva con cariño.
Rodeada de sus creaciones en su negocio, ubicado sobre la calle Coahuila en Cajeme, Rosa María relató que emprendió en esta actividad junto a sus hijos, en ocasiones con ayuda de su esposo, manera en la que han contribuido al sustento familiar.
Mencionó cómo su madre, preocupada por sacar adelante a sus hijos, comenzó con la realización de piñatas hace 60 años, actividad de la cual le aprendieron muy bien.
SU PRIMERA PIÑATA
Con ojos de emoción, recordó que ella observaba a su mamá pasar horas pegando cientos de papeles sobre el armazón de las piñatas, que señala le quedaban muy bonitas, y la gente se iba satisfecha con las piezas.
“Mi mamá en aquellos años fabricaba piñatas de carruseles, les ponía caballitos, elefantes y otros personajes, aparte otra piñata para que pusieran los regalos con la cara del personaje favorito”, describió.
Agregó: “La primera piñata que yo hice fue de un payaso, porque era muy fácil de hacer el cachorón y luego le poníamos los colores que querías”, manifestó.
Actualmente, sus hijas y sus nietos están involucrados en esta labor, con la cual cumplen los anhelos de muchos niños que piden su piñata de su personaje favorito, principalmente para cumpleaños.
SORPRENDIDA POR SUS CLIENTES
Rosa María recordó que hace alrededor de 10 años, recibió la visita de dos famosos clientes. El primero de ellos le pidió dos piñatas de princesa, y al tomarle el nombre escuchó: ‘Carlos Villagrán‘.
Ella replicó emocionada ‘el Kiko’, y él le contestó: “Ese es un personaje, yo soy Carlos Villagrán y estamos aquí en un circo en Ciudad Obregón y necesito llevarme esas dos piñatas”.
Después de saludarlo, comentó que el actor de ‘El Chavo del Ocho‘ le respondió: “Nos dijeron que esta calle es famosa por las piñatas, la Coahuila”.
Aseguró que en otra ocasión llegó Valentín Elizalde y que de inmediato lo reconoció, porque llevaba el collar de un gallo y además traía su sombrero.
Él le solicitó una piñata de Bob Esponja para su niña, y recordó que se quedó mirándolo atónita hasta que el fallecido cantante se subió a una camioneta roja.
PERFERCCIONA LAS PIÑATAS
Si bien Rosa María ha vivido rodeada de papel china, crepé, lustre, metálico, tijeras, engrudo de harina y resistol, lo que más le enorgullece es poder perfeccionar el vestido o los trajes de los personajes que realizan.
“Nuestras piñatas son hechas a base de papel periódico, y los vestidos los hacemos a máquina, dándoles un toque muy especial, que a la gente le gusta mucho”, manifestó orgullosa.
Mientras arreglaba una piñata de Barbie, pegando papel de color rosa, comentó que sin duda en estas fechas de posadas navideñas las estrellas y los Santa Claus son los personajes más vendidos.
PIÑATAS ESPECIALES
La creadora de piñatas opinó que actualmente la gente le ha hecho pedidos de diferentes personalidades, como Andrés Manuel López Obrador, bailarinas exóticas, strippers, trenes, Transformers y la estatuilla de los premios Oscar.
Añadió que las piñatas que más piden son de princesas, superhéroes, Hello Kitty, Barbie y otros más.
Reconoció que sin duda, uno de los momentos más difíciles que vivieron, fue durante la pandemia, cuando casi no vendían, sin embargo, hoy en día se muestra agradecida con Dios y con su familia, porque le han permitido continuar con el negocio que su madre un día emprendió.