Cada primer lunes de octubre se celebra el Día Mundial del Hábitat, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el estado de nuestros pueblos y ciudades y el derecho básico de todos a una vivienda digna. El tema de este año es más relevante que nunca, ya que el mundo se enfrenta a desafíos como el cambio climático, la urbanización acelerada y la desigualdad social. ¿Cómo podemos, desde nuestras comunidades, contribuir a un entorno más sostenible y habitable?
Actualmente, más del 56% de la población mundial vive en ciudades, y se espera que esta cifra alcance el 68% para 2050 según datos de la ONU. Este crecimiento urbano ha provocado una serie de problemas, desde el aumento de las emisiones de carbono hasta la generación masiva de residuos y la presión sobre los recursos naturales. Además, más de mil millones de personas viven en asentamientos informales y barrios marginales, enfrentando condiciones de vida precarias que incluyen falta de acceso a servicios básicos como agua potable, saneamiento y energía.
La urbanización no solo tiene implicaciones ambientales, sino también sociales y económicas. Por ello, hablar del hábitat implica considerar cómo podemos construir ciudades más sostenibles, inclusivas y resilientes para todos los habitantes. Las ciudades son responsables de más del 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y generan el 80% del PIB mundial. La forma en que se planifican y gestionan afecta directamente al medio ambiente y al bienestar de las personas. Además, las ciudades se enfrentan a riesgos asociados al cambio climático, como inundaciones, olas de calor y pérdida de biodiversidad. Ante este escenario, la sostenibilidad urbana se convierte en una necesidad urgente.
Aunque los desafíos son grandes, cada uno de nosotros puede contribuir a mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades. Aquí algunas acciones que podemos realizar desde lo local:
- Adoptar la movilidad sostenible: Optar por caminar, usar la bicicleta o el transporte público reduce la contaminación y las emisiones de CO2.
- Apostar por la eficiencia energética en casa: Cambiar a bombillas LED, desconectar los electrodomésticos cuando no se utilicen y optar por electrodomésticos de bajo consumo puede disminuir significativamente el impacto ambiental.
- Participar en proyectos de reforestación y mantenimiento de espacios verdes: Los árboles y áreas verdes son esenciales para mitigar los efectos del cambio climático en las ciudades, ya que absorben CO2, regulan la temperatura y previenen inundaciones.
- Separar y reciclar residuos: La gestión correcta de los residuos urbanos es fundamental para reducir la contaminación. En muchos países, se estima que hasta un 30% de los residuos urbanos podrían ser reciclados, lo que reduciría significativamente la demanda de recursos y la generación de desechos.
El Día Mundial del Hábitat nos recuerda que la urbanización puede ser una oportunidad para innovar y transformar nuestras ciudades en lugares más equitativos y sostenibles con el fin de que las futuras generaciones puedan tener mayor bienestar y salud.
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C