Lula apunta a Bolsonaro como responsable de actos fascistas
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que los fascistas y vándalos que tomaron los tres poderes serán encontrados y castigados con toda la fuerza de la ley.
Apuntó la responsabilidad del expresidente Jair Bolsonaro en estos actos golpistas. Dijo que hay varios “discursos del expresidente alentando eso. Y esa es también su responsabilidad y la de los partidos que lo apoyaron”.
En conferencia de prensa, dijo que ningún partido de izquierda apoyó una movilización para invadir el Congreso, pese a violaciones a derechos humanos o las elecciones que él mismo perdió en el pasado.
“Este acto no tiene precedente en la historia de nuestro país. Nunca ha habido un movimiento o partido de izquierda que haya invadido su Congreso”, mencionó
Dijo que los golpistas aprovecharon el silencio del domingo, “cuando todavía estamos formando el gobierno, para hacer lo que hicieron”.
Publicó un decreto que entrará en vigor de manera inmediata para que autoridades federales tomen el control de la seguridad en Brasilia.
Nombró a un interventor (Ricardo Garcia), quien tendrá poderes para tomar control de las corporaciones de seguridad y requisar los recursos financieros, tecnológicos y estructuras para tomar control de la zona.
Convocó a policías de la zona y de todas las dependencias para que se presenten al servicio para organizar el operativo.
En su mensaje, dijo que los fascistas son lo más abominable de la política y adelantó que “hubo una falta de seguridad”.
“La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones”, dijo.
La Policía recupera el control del Congreso, Presidencia y Supremo de Brasil
EFE.- Las fuerzas de seguridad recuperaron este domingo el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil, tras ser invadidos y vandalizados por cientos de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro, en Brasilia.
Agentes antidisturbios cargaron contra los manifestantes golpistas con gases lacrimógenos y establecieron un perímetro alrededor de la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios que albergan los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Según informaciones preliminares de la Policía, citada por medios locales, hasta el momento hay 150 detenidos.
Miles de partidarios de extrema derecha, simpatizantes de Bolsonaro, provocaron el caos en la capital brasileña al entrar de forma violenta y destrozar parcialmente el Supremo, el Parlamento y el Palacio de Planalto, sede del Gobierno.
Los hechos, condenados de forma unánime por la comunidad internacional, ocurrieron exactamente una semana después de Luiz Inácio Lula da Silva asumir la Presidencia de Brasil.
Fueron alrededor de cuatro horas y media durante las cuales los manifestantes bolsonaristas camparon con libertad por esas instalaciones, generando destrozos en el interior, mientras otras decenas rodeaban los edificios, algunos de ellos equipados con palos.
Ante los graves altercados, Lula, quien se encontraba de viaje en el interior de Sao Paulo para conocer los daños de las fuertes lluvias de los últimos días, decretó la intervención federal en el área de seguridad del Distrito Federal de Brasilia.
La medida, que estará vigente hasta el próximo 31 de enero, implica que las fuerzas de seguridad de Brasilia estarán bajo control directo del Gobierno federal.
El dirigente progresista también prometió en un pronunciamiento encontrar y castigar a los “vándalos fascistas” que “destrozaron todo lo que encontraron a su paso” en Brasilia e identificar a los posibles “financiadores” de esos actos antidemocráticos.
Poco antes del anuncio de Lula, el secretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, quien fue ministro de Justicia en el Gobierno de Bolsonaro, fue destituido de su cargo.
El Gobierno de Lula, a través de la Abogacía General del Estado, solicitó además al Supremo la prisión de Torres.
El episodio vivido hoy en Brasilia recordó a la invasión del Capitolio de Estados Unidos ocurrida el 6 de enero de 2021 por parte de simpatizantes del expresidente Donald Trump, quien guarda una relación de amistad con Bolsonaro.
El exmandatario brasileño se encuentra actualmente en Estados Unidos, adonde viajó dos días antes de la investidura de Lula sin billete de vuelta.
Por el momento, no se ha pronunciado sobre los graves incidentes ocurridos este domingo en Brasilia.
Información de Forbes