Hermosillo, Sonora.- En una casa de Hermosillo viven 20 perros Pomerania con una pareja que trabaja para atender a todas sus mascotas, donde tienen un cuarto refrigerado para ellos.
Este legado “Pom” surgió en 2018, pues Dulce Román, hija de la pareja, desde pequeña le pedía un perro a sus papás, pero las dimensiones de su antigua casa no se lo permitía:
“Le decíamos que no porque teníamos una casa muy pequeña, cuando planeamos la ampliación de esta casa se incluyó en los planes para que tuviera una mascota y ella nos pidió Pomerania”, mencionó Dulce Murguía.
Es así como llegó Mía a la vida de esta familia en 2018. Fue tanto el cariño que comenzó “el vicio” de adquirir más Pomerania y dos años después llegaron a tener 23 de ellos.
Los nombres de cada uno son: Mía, Amy, Divina, Arro, Bonie, Filiberto, Sahamara, Aitana, Madie, Luna, Coco, Aurelia, Jade, Nucita, Thor, Agata, Estrella, Naomi, Drago, Laguerta, Ariel, Nala y Matilda.
A la madre de familia no le agradaban los perros, pero convivir diariamente con Mía le cambió la perspectiva sobre la especie: “si tú me hubieras dicho hace cinco años ‘vas a vivir con 23 perros en tu casa’, me río”, dijo.
“Era de las personas que se les acercaba un perro y les decía ‘¡quítate, quítate, qué asco!’, y ahora los abraza, los besa, todo”, destacó su hija Dulce respecto al cambio que ha visto en su madre, pues asegura que vive solo para sus mascotas.
“Ellos duermen en mi cuarto cada noche. Me levanto en la mañana y ellos están a mi lado, luego los invito a la terraza a que hagan sus necesidades”, esa es la rutina diaria de Dulce Murguía.
Posteriormente, les rellena los garrafones en tiempo de calor, y durante el invierno, les calienta el agua para que no se enfermen.
Ella se va a trabajar a las 8:00 am, pero una persona le ayuda con el aseo y a acompañar a sus perros.
Una vez que sale de su trabajo se dedica a sus perros, en caso de tener un compromiso por las tardes, les asigna un niñero para cuidar a los 23 ejemplares y que estén en compañía.
“Yo antes tocaba un perro y me lavaba las manos 20 veces… ellos me enseñaron a mí que el amor más puro que hay es un perrito.
Hay gente que me dice por qué Pomerania y no un perro de la calle” expresó Dulce Murguía y asegura que toda su familia se enamoró de esta raza por su tamaño y temperamento.
La familia Pom de Dulce continuará creciendo con todos los cuidados correspondientes, y aseguró que por lo general no los reproduce.
La experiencia diaria de Dulce Román y Murguía conviviendo con 23 pomeranias diariamente, la publican en su página de Facebook “Mía’s Pom Hermosillo”, donde comparten los cuidados que la raza necesita y brindan información especial para los amantes de esta especie.