Un presunto sicario golpeó en el rostro al sacerdote, Mateo Calvillo Paz, de la Arquidiócesis de Morelia, Michoacán.
La víctima fue atendida de urgencia tras la agresión sufrida en Queréndaro, a través de una carta dirigida a los medios de comunicación, el sacerdote detalló los hechos.
“Las cosas sucedieron en tres minutos, fue un ataque profesional, me bloquearon el carro, me agredieron a golpes, el agresor debió ser un sicario”, acotó. En el hecho, los golpes le destrozaron la cara al sacerdote.
Después de sufrir la agresión, Mateo Calvillo pidió ayuda a la Iglesia de Queréndaro, con el cura Rafael Juárez. La víctima recibió ayuda médica en la clínica “Asunción”.
Mateo Calvillo es un sacerdote reconocido por su trayectoria de varias décadas en la capital del estado. Entre la sociedad moreliana existe una gran indignación por el atentado, y exigen que el hecho no quede impune.
Con el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar el mes pasado, en un templo de la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, suman siete homicidios a miembros de la congregación católica en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, según cifras del Centro Católico Multimedial (CCM).
Información de El Financiero