-Anuncio-
jueves, septiembre 18, 2025

Este desierto de Chile se convirtió en basurero con más de 100 mil toneladas de ropa nueva y usada

Noticias México

Acuerdan Sheinbaum y Carney ‘Plan de Acción’ entre México y Canadá previo a revisión del T-MEC

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, dieron a conocer este jueves un...

Empresa de Carlos Slim gana concesión para ampliar tren de Nueva York

La constructora española FCC Construcción, propiedad del empresario mexicano Carlos Slim, obtuvo un contrato en Estados Unidos para diseñar...

Adán Augusto contradice a Sheinbaum: “Ya no era secretario de Goberación” cuando Hernán Bermúdez fue destituido

El coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, aclaró que ya no se desempeñaba como secretario...
-Anuncio-
- Advertisement -

Por Albert Sanchis

México.- La industria de la moda representa del 8 al 10% de las emisiones de carbono del mundo, según la ONU. En 2018, también se descubrió que consumía más energía que las industrias de la aviación y el transporte marítimo combinadas y se estima que el equivalente a un camión de basura con ropa se quema y se envía a un vertedero en el mundo cada segundo.

Y el ritmo al que los consumidores compran ropa no parece haber disminuido en el siglo XXI. Según las estadísticas de la Fundación Ellen McArthur, la producción de ropa se duplicó durante los 15 años comprendidos entre 2004 y 2019. McKinsey también estima que el consumidor promedio compró un 60% más de ropa ahora que hace 20 años. Y la moda rápida, aunque asequible, es extremadamente dañina para el medio ambiente.

Prueba de ello es la colosal montaña de ropa desechada —suéteres navideños y botas de esquí incluídos—, que deja este extraño paisaje en Atacama, el desierto más seco del mundo, en Chile. El efecto social del consumismo desenfrenado en la industria de la confección, como el trabajo infantil en las fábricas o los salarios irrisorios, es bien conocido, pero el efecto desastroso sobre el medio ambiente recibe menos publicidad. Aquí una prueba de ello.

Atacama 6
(Foto: @martinbernetti_photojournalist)

Pero las fotografías que nos llegan del desierto de Atacama sí que cuesta pasarlas por alto tan fácilmente y demuestran cómo el país sufre cada vez más la contaminación creada por la moda rápida. Chile ha sido durante mucho tiempo un centro de ropa sin usar y sin vender, fabricada en China o Bangladesh y pasando por Europa, Asia o Estados Unidos antes de llegar a aquí, donde se revende por toda América Latina.

Unas 59.000 toneladas de ropa llegan cada año al puerto de Iquique en la zona franca de Alto Hospicio en el norte del país. Los comerciantes de ropa de la capital Santiago (1.800 km al sur) compran algo, mientras que gran parte se pasa de contrabando a otros países latinoamericanos. Y al menos 39.000 toneladas que no se pueden vender acaban en basureros en el desierto como el que vemos.

“Esta ropa llega de todas partes del mundo”, explicaba Alex Carreño, exempleado de la zona de importación del puerto en este artículo de la agencia AFP.  “Lo que no se vende a Santiago ni se envía a otros países se queda en zona franca ya que nadie paga las tarifas necesarias para quitárselo. El problema es que la ropa no es biodegradable y tiene productos químicos, por lo que no es aceptada en los depósitos sanitarios municipales”, decía también Franklin Zepeda, fundador de EcoFibra.

La ropa, ya sea sintética o tratada con productos químicos, puede tardar 200 años en biodegradarse y es tan tóxica como los neumáticos desechados o los materiales plásticos. Pero claro, no todo se desperdicia: algunas de las personas que viven cerca de los vertederos revisan la ropa para ver qué pueden usar o vender. Aunque el resto simplemente se queda allí, creciendo cada vez más cada año, formando así el paisaje del consumismo.

Según un informe de la ONU de 2019, la producción mundial de ropa se duplicó entre 2000 y 2014, y la industria es responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel mundial. Para hacer un solo par de jeans se necesitan al menos 7.500 litros de agua.

El mismo informe también explica que la fabricación de ropa y calzado aporta el 8% de los gases de efecto invernadero globales, y que cada segundo, se entierra o quema una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura. Y da igual que esas gigantescas montañas de ropa se dejen al aire libre o se entierren bajo tierra, contaminan el medio ambiente y liberan contaminantes al aire o a los canales de agua subterráneos. No hay que ser muy inteligente para imaginar lo que ocasiona ese amontonamiento: pérdida de hábitat, contaminación ambiental y del agua.

Así lucía el desierto de Atacama antes de convertirse en un basurero de ropa:

Llanura con capas de arcilla en el desierto de Atacama
(Foto: @EP)

Imágenes por @martinbernetti_photojournalist

Con información de Magnet Xataka

- Advertisement -
-Anuncio-
-Anuncio-

Más Noticias

Procesan a ‘El Choko’, líder de ‘La Choquiza’ y expareja de Sandra Cuevas

La Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo la vinculación a proceso de Alejandro Gilmare Mendoza, alias “El Choko”,...

Protestan estudiantes de la Universidad de Florida por presencia de Servicio de Inmigración en el plantel

Estudiantes de la Universidad Internacional de Florida (FIU, en inglés) protestaron este jueves contra un acuerdo firmado por la...

No quedes indefenso ante delincuentes en línea: Invita ILAD a evento para prevenir sobre ciberseguridad en Hermosillo

Hermosillo, Sonora.- El Instituto Latinoamericano de Derecho y Ciencias Forenses (ILAD) realizará un Congreso de Ciberseguridad que abordará amenazas...

Una donación, una segunda vida: La historia de Geovani en Hospital CIMA

Hermosillo, Sonora.- Geovani Ciscomani nunca imaginó el drástico cambio que tendría su vida. De ser una persona que pasó...

Lorenia Valles destaca resultados del gobierno de Sheinbaum tras Primer Informe

Ciudad de México.- La senadora Lorenia Valles destacó los avances del gobierno de Claudia Sheinbaum durante los once meses...
-Anuncio-