Decir no es un acto de amor propio. Aprender a poner límites puede ser uno de los aprendizajes de vida más importantes que podemos hacer para nuestro bienestar emocional. Muchas veces nos cuesta trabajo decir no por heridas de rechazo o abandono. Para tomar el control de tu vida es esencial que puedas desarrollar la capacidad de decir no, y así también puedas hacer tiempo para ti y tus actividades.
Hay algunas personas que creen que decirle “no” a los demás es una oportunidad para decirte “si” a ti mismo. Se trata de tener claras tus prioridades y responsabilidades, lo que quieres lograr en tu día o cómo quieres pasar el fin de semana. Es una oportunidad para que puedas experimentar qué se siente decir no, descubrir que no serás rechazado por ponerte a ti como prioridad.
Esta semana te invito a reflexionar y a cuestionarte si tienes miedo a decir no. Haz una lista de cinco razones por las cuales te cuesta trabajo decir no, anota si es un evento o alguna actividad en específico y cómo te sientes después de haber aceptado aunque en el fondo te hubiera gustado decir no. Una vez que termines tu lista revisa si son tus miedos o una historia que te cuentas en tu cabeza.
Decir que si para todo aquello que es importante para ti y lo que quieres lograr. ¡Inténtalo!