Ciudad de México, 28 junio (SinEmbargo).- Dos días antes de que la Corte emita su sentencia, la actriz estadounidense Allison Mack, pidió perdón por su participación en la secta sexual NXIVM, liderada por Keith Raniere.
“Es de suma importancia decir, desde el fondo de mi corazón, que lo siento mucho. Lo siento por aquellos de ustedes que traje a NXIVM. Lamento haberlos expuesto alguna vez a los esquemas nefastos y emocionalmente abusivos de un hombre retorcido”, señaló la actriz, de 38 años de edad, en una carta enviada al Juez.
Mack, quien se declaró culpable en 2019 por cargos de conspiración y extorsión en relación a la secta NXIVM, manipulaba a mujeres para que se convirtieran en esclavas sexuales.
La actriz fue arrestada en abril de 2018, tras la investigaciones en contra de NXIVM, secta que ofrecía guía profesional y violentaba sexual y emocionalmente a decenas de mujeres.
Keith Raniere, fundador y líder de NXIVM, impulsaba supuestos programas de autoayuda en centros operativos ubicados en Estados Unidos, México, Canadá y varios países de Suramérica, fue sentenciado a 120 años de prisión.
Según la Fiscalía de EU, NXIVM, establecida en el norte del estado de Nueva York, seguía un esquema de estafa piramidal en el que se obligaba a los asistentes a tomar clases adicionales a mayor precio y a traer a otras personas para “ascender” de rango y obtener privilegios.
Raniere fue arrestado el 27 de marzo en una lujosa villa de México, adonde huyó el año pasado después de que el New York Times revelara las historias de mujeres que habían logrado dejar el grupo, que se calcula alcanzó a unas 16 mil personas.
El mismo día de su detención, Raniere fue traslado a Texas desde México y fue presentado ante un tribunal de Nueva York.
En el año 2015, Raniere formó una sociedad secreta dentro de NXIVM llamada DOS, acrónimo en latín para “Amo de las compañeras obedientes” o “El voto”, donde era el único hombre y el líder, mientras que Mack era “una de las mujeres en el primer nivel de la pirámide, inmediatamente después” de él.
DOS operaba con los rangos de “maestros” y “esclavas”, y se esperaba de estas últimas que reclutaran a otras nuevas, que estarían por debajo y de las que se podrían aprovechar el resto de superiores en la pirámide, encabezada por el fundador.
