Los fiscales en Argentina que investigan una supuesta negligencia médica en la muerte de Diego Armando Maradona ampliaron su lista de sospechosos, que hasta hace poco incluía al neuropsiquiatra Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes tuvieron un papel preponderante en el cuidado de la salud del exfutbolista en las semanas previas a su fallecimiento el pasado 25 de noviembre.
Los nuevos imputados por el caso son el psicólogo Carlos Díaz y los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Gisella Lamadrid, confirmó el lunes la Fiscalía General de San Isidro, que lleva adelante la pesquisa.
Estos tres integraban el equipo médico que tenía bajo su custodia la salud de Maradona, de 60 años, al momento de su muerte.
Las imputaciones vienen pocos días después de que se filtraran audios y mensajes de texto entre Luque y Cosachov, en los que se evidencian irregularidades en el cuidado del exfutbolista.
Maradona falleció en una casa de un barrio privado en un suburbio al norte de Buenos Aires, a la cual fue trasladado tras someterse a una cirugía por hematoma subdural en el cerebro.
La internación domiciliaria, avalada por médicos y familiares del Diez, ahora está bajo cuestionamiento ya que el lugar no era apto para atender la salud de un paciente con antecedentes cardíacos vinculados al consumo de sustancias prohibidas.
La autopsia al cuerpo de Maradona determinó que murió de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y que su corazón sufría “miocardiopatía dilatada”.
El código penal argentino fija penas de 1 a cinco años de prisión e inhabilitación de cinco a diez años para los condenados por negligencia profesional.
Con información de AP.