El también llamado cutting son conductas auto lesivas detonadas por una condición emocional inestable o impulsos que no se pueden controlar, por ansiedad, depresión, conductas repetitivas que se incorporan para tratar de disminuir un sufrimiento, común en adolescentes y adultos. Además de cortarse la piel, puede expresarse con rascado enérgico, golpearse, hacerse moretones, morder, pellizcarse la piel y arrancarse el pelo como algunas de las formas en que de autolesión. A veces los adolescentes se lesionan con regularidad, en los momentos en que necesitan una liberación inmediata de la tensión emocional acumulada. La autolesión es un acto peligroso y puede dejar cicatrices, tanto físicas como emocionales con o sin intención de quererse quitar la vida y requieren de ayuda profesional.
Todo el mundo experimenta estrés el cual se puede sentir diferente en cada persona, ya sea con molestias físicas o con síntomas emocionales o bien la combinación de ambos. A veces se desencadena por nerviosismo, sentimientos de tristeza, frustración o ira. Estos sentimientos son a menudo causado por las situaciones difíciles de la vida cotidiana: ej. un evento traumático, discordia de pareja, pelea con un amigo o discusión con los padres. También pueden ser causados por algo que pudiera a suceder en el futuro, por ejemplo, un examen escolar o ser víctima de bullying.
Algunas personas sienten niveles más altos de estrés que otros. La diferencia puede deberse a la estructura biológica, estilo psicológico de afrontamiento de situaciones, el medio ambiente, experiencias difíciles tanto actuales y previas. Igual que todas las personas experimentan el estrés, se enfrenta de diversas maneras. Estas formas de reducir sentimientos negativos son llamados “mecanismos de defensa” son evaluados y considerados en las intervenciones terapéuticas. Existen mecanismos de de defensa saludables, al alcance de cada quien como: ejercicio, deporte, tocar algún instrumento musical, meditar, rezar o hablar con alguien de confianza. También existen los mecanismos de afrontamiento poco saludables, tales como: consumir drogas, abuso del alcohol, consumo de cigarrillos o auto-lesionarse.
Se tiene la evidencia que el acto de autolesión puede disminuir rápidamente la tensión y otros sentimientos negativos pero de manera transitoria. Así como las drogas y el alcohol, la autolesión proporciona sólo una solución rápida y breve, no resuelve, pues tiende a repetirse y el alto riesgo sea que persista oculto en la persona hasta por años. Por ésta razón es importante que los individuos que presentan estas conductas aprenden estrategias de afrontamiento efectivas seguras y saludables.
En el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5, se describen los siguientes criterios: en el último año, el individuo se provoca daños intencionales autoinfligidos a la superficie de su cuerpo, con la intención de inducir hemorragias o hematomas o dolor (por ejemplo, cortar, quemar , apuñalar, golpear, frotamiento excesivo) para propósitos no sancionados por la sociedad (por ejemplo, perforaciones en el cuerpo, tatuajes, etc), pero que se realiza con la expectativa de que la lesión dará lugar a daño físico de menor o moderada importancia. La ausencia de intención suicida o bien se informa por parte del individuo o puede deducirse que el uso frecuente de métodos que el paciente sabe, por experiencia, aparenta no tener un alto riesgo letal. El comportamiento no es de naturaleza común y trivial, como pellizcar la herida o morderse las uñas y representa un factor de riesgo que no debemos soslayar.
El individuo realiza el acto por al menos una de las siguientes razones: para obtener un alivio de un malestar negativo o pensamientos pesimistas, para resolver dificultades interpersonales o para inducir un estado emocional positivo. La lesión intencional puede asociarse con uno o mas de los siguientes problemas: Sentimientos o pensamientos negativos, como la depresión, ansiedad, tensión, ira, angustia generalizada, autocrítica, elevado nivel de autoexigencia por un objetivo no cumplido, que se producen en el período inmediatamente anterior al acto de autolesión. Antes de realizar el acto lesivo, ocurre un período de preocupación por el comportamiento planeado que es difícil de resistir. Una necesidad imperiosa de provocarle la lesión. La conducta lesiva se realiza con un propósito, lo que podría ser el supuesto alivio de un sentimiento negativo/estado cognitivo o dificultad interpersonal o la inducción de un estado emocional tendiente a sentirse estable.
En los tiempos actuales, de confinamiento prolongado por covid-19, el problema pudiera estar presente y pasar inadvertido por la familia. Los riesgos de presentar problemas emocionales es cada vez mayor y la posibilidad de solicitar ayuda se aleja, si no pensamos que una conducta como ésta pudiera estar presente en un integrante de la familia. Los sentimientos negativos intensos pueden hacer que una persona se sienta solo y carente de apoyos, por lo que un sistema de respaldo familiar y psicosocial es importante para luchar contra este problema. Hay estrategias de tratamiento eficaces, el psicólogo clínico o especialista de salud mental será capaz de adaptar una estrategia de tratamiento para cada persona.
Es importante entender que un individuo, que se auto-lesiona puede dar la apariencia de no tener problemas emocionales o del comportamiento, provocarse lesiones es un signo indicativo de una enfermedad mental. La autolesión no es sólo una manera de llamar la atención, como muchas personas suponen, al observar que la persona cambia la experiencia dolorosa por una especie de alivio al infligirse la herida, el dolor emocional permanece latente. Por lo tanto, este tipo de lesiones no deben dejarse de lado como una simple manipulación, es importante no minimizar la situación, ni burlarse de la persona que presenta éstas conductas. La autolesión debe ser tomada en serio por los amigos, familiares y profesionales de la salud.
Dr. Félix H. Higuera Romero.