Hermosillo, Sonora.- En el segundo piso de una casa en la colonia Ley 57, María José jugaba por las tardes con una niña. Ambas eran pequeñas y se divertían compartiendo tiempo juntas.
Debido al trabajo de su mamá, María José Noyola debía pasar gran parte de su tiempo en casa de una tía, cuando era todavía una niña de cinco años. Ahí transcurrían los días cuando estaba de vacaciones o después de ir al kinder.
Fue en esos días cuando experimentó contacto con alguien que no era de este plano terrenal y que solo vagaba por la habitación, pero que nunca más nadie volvió a ver ni a escuchar.
Actualmente, ya de 25 años, dice no recordar mucho de aquella época y tener solo memorias vagas de lo que fue su niñez, aunque a su tía jamás se le olvidará aquella tarde en la que bajo las escaleras de su casa.
— Tía, ¿Quién es la niña que está allá arriba?
— ¿Qué? — Preguntó.
— Sí, la niña. ¿Quién es?
— ¿Cuál niña? — Volvió a preguntar la tía, segura de que todas sus hijas se encontraban en la escuela en ese momento.
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Lo que para la pequeña María José de aquel entonces pudo haber sido un bonito recuerdo de una fugaz amistad, para su tía se convirtió en uno más de los sucesos en la larga lista de cosas extrañas que han sucedido en su hogar.
Evidentemente, tal niña no existía. Al menos no en el mismo espacio y tiempo, aunque probablemente fue una persona real muchos años antes de que alguien se encontrara con ella en esa habitación del segundo piso.
María José cuenta que a lo largo de los años han ocurrido hechos inexplicables; en una ocasión, su sobrino lloraba y pedía a sus familiares para que acudieran al baño de la planta baja, donde apuntó a una de las esquinas superiores de la regadera. Nadie vio nada.
Sin embargo, las manifestaciones han sido constantes: movimiento de una silla, ruidos, una mujer de blanco que nunca más fue vista en el sitio.
Esta no es una historia de terror. Es solo una de las tantas experiencias que suceden todos los días entre los muertos y los vivos, los de carne y hueso y los que solo existen en espíritu.
¿Recuerdas alguna amistad de tus tiempos cuando eras un niño? ¿Alguna vez tuviste una fugaz amistad con alguien que no volviste a ver? ¿Estás seguro de que esa niña o niño… era real?