La estrategia del Gobierno de México para responder a la emergencia de Covid-19 empezó en los primeros días de enero tras conocerse de 44 casos de neumonía en China en la última semana de diciembre de 2019. La estrategia consideró desde el inicio que tendríamos una epidemia larga y lo hemos dicho siempre, expresó Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
En conferencia matutina, el funcionario de la Secretaría de Salud explicó la diferencia entre estrategia, táctica y operación. En cuanto al primer concepto, indicó que tiene que ver con una intervención de larga duración porque son esfuerzos sistemáticos y estructurados que están encaminados a lograr un impacto con un amplio horizonte.
Respecto a la táctica, precisó que tienen un horizonte más corto pues el tiempo para lograr ciertos objetivos intermedios es más corto; mientras que la operación tiene un periodo aún más corto con intervenciones más concretas que generalmente están geográficamente localizadas.
“En las noticias se habla de cambios de estrategia y se asume que hay un fallo de la previa. Si operáramos así, que no es el caso, estaríamos improvisando y estaríamos buscando que ante alguna adversidad en el camino, hay que hacer todo de nuevo y no es el caso”, apuntó López-Gatell.
“El horizonte de tiempo trazado incluyó al menos hasta octubre la duración del primer ciclo epidémico y también incluimos el escenario de que al llegar octubre tendríamos un cambio en la intensidad epidémica porque sabemos que desde hace centenas de años, en el hemisferio norte, entre octubre y marzo, ocurre la temporada de influenza”.
El subsecretario sostuvo que al haber un comportamiento clínico y epidemiológico semejante entre influenza y Covid-19, era lógico suponer que con la llegada de la influenza, el coronavirus podría tener un repunte y que por sí sola, la influenza implicaría un aumento en la demanda de servicios hospitalarios.
Subrayó que la estrategia implementada incluye varios componentes mayores como el aplanamiento de la curva epidémica con estrategias de salud pública como la contención centrada en personas para detectar enfermos y estudiar contactos; también la colaboración de la población para reducir los casos diarios, los hospitalizados y las defunciones; y la reconversión hospitalaria, con la que se amplió cuatro veces las camas con ventilador, y seis veces las generales.
“La táctica incluye diversas modalidades específicas para lograr estos propósitos y efectivamente con la llegada de este rebrote, repunte, que habíamos contemplado podría ocurrir, y que lo anunciamos desde mayo, se instrumentan los distintos componentes de la estrategia que implican táctica y operación. Ahora hay que regresar a extremar los cuidados y también las actividades que estamos haciendo para la detección de casos con el propósito de interrumpir desde la comunidad las cadenas de transmisión”, enfatizó.
“Otra cosa es que las personas acudan lo más pronto posible a los servicios de atención médica porque esto es la gran diferencia entre un daño fatal y una enfermedad que aunque grave, pudiera terminar en una recuperación satisfactoria”.