Si bien es cierto las personas actuamos de manera diferente en situaciones similares y esto tiene que ver con la forma en que percibimos el acontecimiento y la manera en que lo juzgamos.
Carl Jung, médico, psiquiatra, psicólogo psicoanalista impulsor de conceptos de psicología profunda, como el inconsciente colectivo y los arquetipos, entre otros, importantes para el manejo del conocimiento y potencial humano y el desarrollo espiritual; señala que tenemos dos maneras de percibir: una mediante los sentidos y la otra mediante la intuición.
También menciona que tenemos dos maneras de juzgar después de percibir una situación: evaluamos a través de la lógica o a través del sentimiento.
Por lo que es importante ubicarnos y estar claros desde que punto estamos observando los acontecimientos, en momentos tan movidos ocupamos mantener conciencia plena de todo nuestro poder, para controlar y manejar emociones y permanecer tranquilos, en armonía y en paz. “Mantener la calma”.
Ahora bien, la basura emocional sin duda desestabiliza, produce enfermedades, pero todos tenemos la capacidad para mantener el equilibrio a través de una visualización adecuada de lo que deseamos que haga nuestra mente (pensamientos), las emociones y el cuerpo.
Si vamos hacia nuestra mentalidad, lamentablemente la gran mayoría arrastramos una mentalidad limitada por no decir “pobre” misma que genera un bloqueo en nuestro cerebro y en los canales de motivación e inspiración a través de los cuales nos impulsamos..
Se dice que “eres lo que piensas” y cada vez hay mas información sobre las implicaciones que tienen en nuestra vida la calidad de nuestros pensamientos y la interrelación entre nuestras palabras, pensamientos y acciones; ya que todo lo que está hecho por el hombre inicia con un pensamiento que crea una imagen y se exterioriza a través de la palabra.
¿Qué tanto somos conscientes de lo que pensamos?
¿Por qué nuestros pensamientos necesitan ser positivos?
Ahora bien, no podemos negar que siempre estamos pensando, pero como son nuestros pensamientos?
Por ahí en un material sobre el potencial del pensamiento, señalan cuatro tipos de pensamientos:
Pensamientos necesarios, que se refieren a nuestra rutina diaria.
Pensamientos inútiles que no son ni constructivos ni negativos, son pensamientos que no podemos cambiar pero que si son un desgaste de energía en nuestras vidas.
Pensamientos negativos, con este tipo de pensamiento siempre seremos los perdedores, son los más dañinos ya que no nos arrebatan la tranquilos y nuestra paz. Tienen su sustento en desacuerdos, ira, avaricia, celos, expectativas insatisfechas, entre otros, que poco a poco van envenenando nuestra propia mente y la atmósfera que nos rodea.
Pensamientos positivos generan bienestar ya que nos permiten acumular fuerza interior, ser mas constructivos; no significa ausencia de problemas, al contrario permiten verlos, reconocer su realidad y al mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones al utilizar toda nuestra capacidad íntegra, ya que no esta bloqueada por la atmósfera que generan los pensamientos negativos.
No quiero hacer afirmaciones negativas al respecto, así que todos podemos tomar conciencia, esto es paso a paso. Un hábito se construye, si se puede, solo hay que empezar ahora.
Así que, ¿En qué pensamos cuando pensamos?, ¿Cuáles energías rodean nuestros pensamientos?, ¿será que “por la víspera se conoce el día”?
Iniciemos ahora
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