Hermosillo, Sonota.- En días pasados, se dio a conocer en redes sociales el caso de una menor que lloraba porque quería abrazar a un policía.
Su madre describía en la publicación de su cuenta en Facebook, que nunca se imaginó que su hija le pidiera algo así, menos que llorara por una hora deseando el abrazo, lo común era que la niña le pidiera algún juguete, dulces o incluso salir a la calle.
Jorge Luis, elemento de la Policía Preventiva Municipal en Hermosillo, narró para Proyecto Puente que se enteró del caso por una amiga, y sin pensarlo decidió ofrecerse para la petición inusual, solicitó aprobación de sus superiores y se contactaron con la madre de la menor para saber si era posible el encuentro, a lo que ella sorprendida accedió a la acción que haría feliz a su pequeña.
Luis lo recuerda como algo muy bueno lo que pasó, que todo se prestó, justo ese día estaba de descanso, terminó su turno de noche y fue cuando vio un mensaje de una amiga en WhatsApp, la imagen de la niña que se viralizó, mientras lloraba por la petición.
El oficial aseguró sin problemas que él podría ir, que no tenía problemas, todo era cuestión de que la mamá lo autorizara, y que todo cuadrara, la amiga se hizo cargo de hacer contacto con la mujer y ésta accedió y empezaron a planear el reencuentro.
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“Pactamos una hora, la mamá accedió, sale Ema, la niña muy curiosita con su tapa bocas, de igual manera, como medida de seguridad, yo en mis herramientas de trabajo, traigo mis guantes, cubre bocas, traigo gel. Antes de ir con mi mamá, le platiqué lo que tenía planeado hacer, ella me apoyó, lavamos el uniforme, lo sanitizamos, y ya, llegamos al lugar”, recordó el oficial.
Expresó que al llegar al lugar se puso los guantes y cubre bocas, se dio el encuentro con la niña, empezaron a conversar un poco, pues había que romper el hielo, ya que el oficial era un desconocido para ella.
“Empezamos a platicar un poco, me hacía comentarios como que se había bañado, yo le hacía preguntas, normal, ¿cómo estaba? ¿qué andaba haciendo? y cosas así, pensé en el detalle de la paleta, como ella no me conocía, había que romper el hielo con ella”, recordó Luis.
En ese momento, la madre de la menor le preguntó a su hija ¿qué no querías darle un abrazo? Fue entonces que se dio el acercamiento y la niña cumplió su sueño, y a Luis, le cambió la vida.
“Se dio el abrazo, la verdad, es algo que mucha gente ha hablado conmigo, que le he comentado, yo pienso que son cosas que no tienen palabras, que no se pueden explicar, la mera verdad sentí muchas cosas bonitas, ahora si que como dijo un compañero, en esos momentos es cuando se brinda el corazón, fue algo bonito, la mera verdad, fue una experiencia muy grata, siento que el que ganó, fui yo, en vez de Ema”, agradeció el oficial.
Para sorpresa se Jorge Luis, después de ese gesto humano, recibió una video llamada, en la que un amigo suyo se comunicaba y le decía que casualmente conocía a la familia de la menor, y justo en ese momento lo enlazó con la niña, le preguntaba: “¿Ema, te acuerdas de mí?” Y ella lo saludaba con su mano, y le tiraba besos.
El oficial espera que pronto se dé la oportunidad de saludarla nuevamente en persona, quien al decir de él, jamás pensó que le cambiaría la vida prestarse para un gesto de esa naturaleza, que además de inusual, es sumamente necesario en estos tiempos.
“Hay que tener fe, hay que ver las cosa de diferente manera, hay que aprender a apreciar las cosas buenas de la vida, pienso que así como mucha gente se dio cuenta de todo esto, y le ayudó a abrir los ojos, yo pienso que a mí también me ayudó, me ayudó a ver que la gente tiene fe, esperanza. No a toda la gente le caemos mal, si hubiera un poquito más de estos actos, habría una gran diferencia entre esa línea divisoria que estamos hablando, entre el ciudadano y el policía”, finalizó Luis.