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viernes, abril 19, 2024

¿Cómo se mide el bienestar de la población de un país?

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En cualquier país del mundo es importante saber qué tanto ha mejorado el bienestar de las familias durante la gestión de cualquier gobierno democrático, es una de las principales responsabilidades de un líder electo el llevar a su comunidad a un mejor nivel de desarrollo.

Uno de los indicadores más conocidos y utilizados a nivel mundial es el llamado Producto Interno Bruto per Cápita, el cual indica cuanta riqueza en promedio se genera en un país, las sociedades desarrolladas invariablemente tienen mayores PIB per Cápita que las sociedades que tienen áreas de oportunidad en materia de desarrollo.

No obstante lo muy utilizado de este índice, no es un indicador perfecto, es común que la riqueza no se distribuya de una forma equitativa, por lo que otro indicador interesante es el desarrollado por el estadístico italiano Corrado Gini en 1912, utilizado en campos diversos como el de la economía, la salud, la ingeniería o la política con el nombre de Coeficiente de Gini.

El coeficiente de Gini es una medida que normalmente se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos dentro de un país, pero puede utilizarse para medir cualquier forma de distribución desigual. El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, entre menor sea el índice hay mayor igualdad, entre mayor sea el número de este coeficiente existirá una mayor desigualdad.

Las economías de mercado han venido disminuyendo el coeficiente de Gini en todo el mundo, como ha sido el caso de México en los últimos 30 años, mientras que las economías cerradas o de tendencia planificada por lo general tienden a aumentar las desigualdades entre la población, aunque en el discurso político sea a la inversa.

Una menor desigualdad es deseable porque implica que hay mejores oportunidades de desarrollo para los que menos tienen y se tiende a generar clases medias más amplias y prósperas, las cuales son la base de una economía estable.

Al igual que el PIB per Cápita, el Coeficiente de Gini tampoco es una solución a todos los problemas, es un indicador más de nuestro tablero de control de la economía, ya que debemos tener en cuenta muchos otros elementos en la toma de decisiones y en la medición del desempeño de una gestión de gobierno.

Desde 1990 la ONU, empezó a medir a nivel mundial el Índice de desarrollo humano (IDH), el cual mide y compara el desarrollo de cada país atendiendo no solo las variables económicas sino el aspecto humano del bienestar de cada país.

Para hablar de desarrollo y bienestar debemos tener en cuenta aspectos como el nivel de educación formal de los habitantes de un país, el acceso a la salud y su calidad, índices de desnutrición, la esperanza de vida y en general las condiciones de vida en las que se desenvuelve la persona.

Se debe de medir el avance en el respeto a los derechos humanos, los niveles de participación política, la rendición de cuenta de las autoridades electas, los niveles de transparencia en el ejercicio público, el respeto al estado de derecho tanto de parte de las autoridades como de los ciudadanos, es decir el bienestar social no es un tema solamente de que la gente tenga mas o menores ingresos, es mucho más complejo que eso.

Otro indicador comparativo importante a nivel mundial es el Índice de Libertad Económica elaborado por la Fundación Heritage, el cual busca medir el grado de libertad económica en cada país del mundo, partiendo del derecho fundamental de todo ser humano a controlar los frutos de su trabajo.

Este índice documenta aspectos como los derechos de propiedad, integridad de gobierno, eficiencia judicial, la carga fiscal, gasto de gobierno, salud fiscal, facilidad de hacer negocios, libertad de trabajo, independencia de la política monetaria, libre comercio, libertad de inversión y libertad financiera.

Existen muchos mecanismos a nivel mundial para realmente medirnos y compararnos si lo que queremos es mejorar el nivel de desempeño de nuestra economía y el nivel de bienestar y desarrollo de todos los mexicanos, no existen datos mágicos o nuevas realidades, se sabe qué es lo que funciona y qué es lo que se debe de desechar, lo importante es que gobierno y sociedad nos pongamos de acuerdo en el rumbo a seguir, porque las soluciones implican una labor de sumar voluntades, más que de imponer visiones.

Aviso

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