En las imágenes del programa, se ve al chimpancé vestido con ropa de niño, con mascarilla, montando en bicicleta para fumigar el parque y así limpiarlo del covid-19. El pobre animal es sujetado con una cadena y lleva en su espalda un tanque con desinfectante, el cual se va esparciendo mientras avanza.
Estas son conductas totalmente alejadas de su especie y en absoluto son motivo de burla o risa. Se trata de un animal maltratado, ridiculizado, obligado a realizar conductas antinaturales. ¿Cómo han enseñado al animal a hacer todo eso? Lo sabemos perfectamente. Y nos parece terrible que en el 2020 se sigan promoviendo en televisión imágenes de maltrato animal para diversión de unas pocas personas.
El director del zoológico, Uthen Yangpraphakorn, trató de justificar esta acción alegando que no tienen mucho que hacer desde que el lugar cerró como medida preventiva ante el coronavirus, y que, como parte de las labores de limpieza ante una posible reapertura, trajeron al simio para que “estirara sus extremidades”.
No podemos olvidar que los zoológicos son más bien “colecciones” de animales interesantes: no son refugios ni hogares para los animales. Incluso bajo las mejores condiciones es imposible duplicar o acercarse a crear algo similar al verdadero hábitat en que éstos viven. A los animales se les impide realizar la mayoría de los comportamientos que para ellos son innatos y vitales como correr, volar, escalar o acompañarse de otros compañeros de especie. Los zoológicos sólo enseñan al público que es aceptable interferir y mantener en cautiverio a los animales, a pesar de su aburrimiento, hacinamiento, soledad y privación de las más elementales maneras naturales de su especie.
Tomado de Animanaturalis.org